El líder adjunto del partido tunecino Ennahda, Noureddine El-Beheiry, detenido, ha rechazado la comida y la medicación en el hospital, según informó el lunes un grupo local de derechos humanos, informa la Agencia Anadolu.
Fathi al-Jari, director de la Asociación para la Prevención de la Tortura, dijo que se reunió a última hora del domingo con Noureddine El-Beheiry en un hospital de Bizerte junto a una delegación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
"El-Beheiry, de 63 años, ha llevado a cabo una brutal huelga de hambre y se niega a tomar medicamentos", dijo al-Jari a la Agencia Anadolu.
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Señaló que "El-Beheiry dijo a la delegación que fue trasladado desde la capital, Túnez, [tras su detención] al Centro de la Guardia Nacional en la ciudad de Menzel Jamil [en la provincia de Bizerte], luego al Centro de Formación Profesional Agrícola de Bizerte, donde estuvo bajo arresto domiciliario, y más tarde al Hospital de Bizerte".
Al-Jari declaró que el líder adjunto de Ennahda "se considera en un caso de secuestro, y tiene una única petición, que es que sus secuestradores rindan cuentas".
En cuanto a su estado de salud, dijo que El-Beheiry está "consciente, pero su estado de salud es frágil", y añadió que sufre complicaciones de una operación de corazón a la que se sometió anteriormente.
Mientras tanto, los abogados de El-Beheiry presentaron el lunes una denuncia ante la Fiscalía contra el presidente Kais Saied y el ministro del Interior Tawfiq Sharaf el-Din por la detención del líder adjunto de Ennahda.
El domingo por la noche, un miembro de Ennahda dijo que el-Beheiry estaba hospitalizado en un "estado muy peligroso" y que estaba "a punto de morir", añadiendo que "durante tres días ha estado sin comida, agua y medicinas".
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El viernes, el Movimiento Ennahda afirmó que El-Beheiry fue secuestrado y llevado a un destino desconocido, y responsabilizó al presidente y al ministro del Interior de su desaparición.
Abogado y político, El-Beheiry fue ministro de Justicia entre 2011 y 2013, y luego pasó a ser ministro acreditado ante el primer ministro en 2013-2014.
El presidente tunecino destituyó al gobierno el 25 de julio, suspendió el parlamento y asumió el poder ejecutivo. Aunque insiste en que sus "medidas excepcionales" pretenden "salvar" al país, los críticos le han acusado de orquestar un golpe de Estado.