Aviones rusos bombardearon el martes zonas cercanas a Idlib, en el noroeste de Siria. Según funcionarios de la Defensa Civil siria, este fue el séptimo día consecutivo en que la zona en poder de la oposición ha sido atacada por Rusia, con Al-Bara en la zona de Jabal Al-Zawiya como objetivo en particular.
Los aviones volaban a gran altura y eran jets Sukhoi rusos, confirmaron los centros de seguimiento. Lanzaron bombas sobre varias poblaciones y una importante estación de bombeo de agua que abastece a la superpoblada ciudad, informó Reuters.
El Centro de Estudios Jusoor afirmó que Rusia está tratando de presionar a la comunidad internacional para que acepte límites en el acceso a las entregas de ayuda en Siria. Esto ocurrió después de que el Secretario General de la ONU subrayara la necesidad de continuar el flujo de ayuda a través de la frontera siria.
"Como mínimo", añadió, "Rusia quiere garantizar la continuación y la aceleración de los trabajos en el marco de las excepciones [permitidas] para la pronta recuperación estipuladas en la resolución de la ONU, y así, reducir la magnitud de las sanciones contra el régimen [sirio]".
El centro señaló que Moscú está insatisfecho con la ralentización de la aplicación de la hoja de ruta acordada con Turquía durante la cumbre de Sochi entre los presidentes Recep Tayyip Erdogan y Vladimir Putin el 30 de septiembre de 2020.
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