El líder del Partido Conservador en el poder en Polonia ha reconocido que el país compró el programa de espionaje Pegasus de Israel, que ha sido utilizado por numerosos gobiernos para reprimir a los grupos de la oposición.
"Sería malo que los servicios polacos no tuvieran este tipo de herramienta", dijo Jaroslaw Kaczynski en una entrevista que se publicará en la edición del lunes del semanario Sieci.
Negó que se utilizara para atacar a sus oponentes políticos y señaló que el programa espía Pegasus, desarrollado por la empresa de espionaje militar israelí NSO Group, representa un avance tecnológico respecto a los sistemas de vigilancia anteriores, que limitaban a los servicios a vigilar los mensajes cifrados.
¿Es el programa espía Pegasus de Israel un arma global para silenciar a los críticos? - Caricatura [Sabaaneh/MonitordeOriente]
Amnistía Internacional verificó de forma independiente los hallazgos, revelando que el teléfono de Krzysztof Brejza fue hackeado 33 veces entre el 26 de abril y el 23 de octubre de 2019, cuando dirigía la campaña electoral parlamentaria de la oposición.
Los otros dos objetivos polacos eran Roman Giertych, un abogado que representa a políticos de la oposición, y Ewa Wrzosek, una fiscal independiente.
Los mensajes de texto fueron extraídos y editados del teléfono de Brejza y filtrados a los medios de comunicación y emisoras locales como parte de una campaña de desprestigio, durante la campaña electoral.
Brejza está convencido de que las elecciones fueron injustas y ha pedido que se cree una comisión de investigación en el Parlamento. Sin embargo, Kaczynski dice que no ve ninguna razón para crear dicha comisión.
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"Aquí no hay nada, ningún hecho, salvo la histeria de la oposición. No hay ningún caso Pegasus, ninguna vigilancia", dijo Kaczynski. "Ningún Pegasus, ningún servicio, ninguna información obtenida en secreto jugó ningún papel en la campaña electoral de 2019. Han perdido porque han perdido. Hoy no deberían buscar esas excusas".
El software de NSO es capaz no solo de capturar mensajes encriptados, fotos y otra información sensible de los teléfonos, sino también de convertirlos en dispositivos de grabación para vigilar el entorno.
La empresa ha sido objeto de sanciones por parte de Estados Unidos por su uso contra líderes mundiales y grupos de derechos, y se teme que su uso haya conducido a la persecución y el asesinato de activistas.
Según el periódico polaco Gazeta Wyborcza, la compra del programa espía israelí se realizó a través de la Oficina Central Anticorrupción (CBA), pero se utilizaron fondos del Ministerio de Justicia, dirigido por el partido en el poder.
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