El jefe del Grupo de Diálogo Internacional, Mohamed Anwar Al-Sadat, anunció ayer que estaba revisando los casos de los presos egipcios en prisión preventiva, para preparar su liberación en los próximos días.
En un comunicado oficial, Al-Sadat dijo que la medida se había producido en el "marco de la activación de la estrategia nacional de derechos humanos del país", y describió el paso como un "avance en el expediente de derechos humanos de Egipto".
"Soy muy optimista con respecto al año 2022 para aquellos que están cumpliendo prisión preventiva y no han sido condenados", dijo.
Sadat, antiguo parlamentario, se ha convertido en los últimos meses en un enlace entre el régimen egipcio y los defensores de los derechos.
En un intento de mejorar las políticas de derechos humanos del país, el presidente Abdel Fattah Al-Sisi lanzó recientemente la "Estrategia Nacional de Derechos Humanos" y declaró 2022 como el "Año de la Sociedad Civil". Sus medidas llegaron tras las acusaciones internacionales de que Egipto está "reprimiendo a la oposición y a los defensores de los derechos humanos."
Los grupos de derechos han afirmado que en Egipto hay unos 120.000 presos preventivos. El régimen niega las acusaciones.
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