Se ha presentado una denuncia contra el presidente tunecino Kais Saied y las medidas que ha tomado y que le otorgan poderes ejecutivos en el Estado norteafricano.
Activistas de Túnez, Europa, América y Canadá presentaron la denuncia ante el tribunal militar tunecino porque "el impacto está relacionado con la seguridad de la nación" y porque "lo ocurrido es muy grave y pone en peligro la seguridad y la estabilidad de Túnez", según un comunicado.
Afirman que las acciones de Saied forman parte de un complot de las autoridades egipcias, financiado por los Emiratos Árabes Unidos y ejecutado por las autoridades tunecinas para derribar el proceso democrático en Túnez.
"El complot se tramó el 11 de abril de 2021", señalan los denunciantes, cuando el director de la Inteligencia egipcia, Abbas Kamel, envió una carta al presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi, en la que se refería a una reunión en El Cairo en la que el jefe del espionaje y el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, se reunieron con su homólogo tunecino, Othman Jerandi, la directora del gabinete presidencial, Nadia Akacha, el asesor presidencial Walid Al-Hajjam, el diputado del partido El Destouri El Horr, Magdi Boudina, y Abdul Khaleq Abdullah, asesor del príncipe heredero de Abu Dhabi.
Durante la reunión, los funcionarios discutieron la situación en Túnez y se acordó un plan para eliminar a los islamistas -representados principalmente por el partido Ennahda- de la escena política, y Saied anunció medidas para disolver el Parlamento y "restaurar el Estado de los corruptos", explica el comunicado.
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Egipto dijo que estaba feliz de proporcionar apoyo logístico, mientras que los EAU dijeron que la financiación estaría disponible cuando se requiriera, han dicho los demandantes.
Unas semanas después, Akacha envió una carta confidencial a las autoridades egipcias explicando los detalles del plan. Ésta fue publicada posteriormente por WikiLeaks y puso de manifiesto "las agendas maliciosas que buscan destruir la experiencia democrática en Túnez".
El 25 de julio, Saied puso en práctica la estrategia y asumió el poder ejecutivo, congelando el Parlamento y poniendo a algunos funcionarios bajo arresto domiciliario.
"La ley tunecina castiga a todo aquel que se ponga, en tiempo de paz, a disposición de un ejército extranjero o de una organización terrorista que actúe en el extranjero, así como a todo aquel que se vincule con un país extranjero o establezca contactos con el fin o el resultado de perjudicar la situación de Túnez desde el punto de vista militar o diplomático", continúa el comunicado.
Los denunciantes son Abdenasser El Mehri, abogado y representante de varios ciudadanos de Túnez; el Dr. Adel Guitouni, representante de varios ciudadanos tunecinos en América y Canadá; y Anouar Gharbi, activista de derechos humanos y político residente en Ginebra que representa a los tunecinos en Europa y algunos países árabes.