El jefe de la Asamblea Ejecutiva de Hezbolá, Hashem Safieddine, exigió el miércoles que Arabia Saudí ponga fin a lo que describió como su "hegemonía" sobre el pueblo libanés y su "flagrante injerencia" en sus asuntos.
"Lo que se le exige [a Arabia Saudí] es que no se inmiscuya en las clasificaciones del pueblo libanés y lo incite a enfrentarse entre sí", dijo Safieddine en una reunión del partido cerca de Beirut. "Decimos a Estados Unidos, a Arabia Saudí y a sus armas en el Líbano que no conocéis la fuerza de esta resistencia, ya que es capaz de lograr una patria soberana, libre e independiente sin dependencia del exterior".
El responsable de Hezbolá expresó el apoyo del partido a la oposición en la Península Arábiga, deseándoles una "vida digna porque se la merecen".
La reunión a la que se dirigió Safieddine fue organizada por Hezbolá para conmemorar el sexto aniversario de la ejecución del disidente saudí jeque Nimr Baqir Al-Nimr. El clérigo chií lideró protestas en el este de Arabia Saudí a principios de la década de 2000, pero fue ejecutado por Riad junto a otras 46 personas en enero de 2016 por "encender el conflicto sectario" o "pertenecer a organizaciones terroristas".
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Los comentarios de Safieddine se suman a la reciente tensión entre Riad y el partido libanés. A finales de diciembre, el rey saudí Salman Bin Abdulaziz instó a los líderes libaneses a "detener la hegemonía del terrorista Hezbolá." El embajador del Reino en el Líbano, Walid Bukhari, acusó el jueves pasado a Hezbolá de ser una amenaza para la seguridad nacional árabe.
En respuesta a las declaraciones del rey Salman, el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo: "El problema de Arabia Saudí en el Líbano radica en aquellos que derrotaron su proyecto en la región e impidieron convertir el Líbano en un emirato saudí."
El gobierno libanés se ha distanciado de Hezbolá, diciendo que las declaraciones del grupo no representan su posición.