Un tribunal alemán ha condenado hoy a cadena perpetua a un antiguo oficial de inteligencia de los servicios de seguridad del presidente sirio Bashar Al-Assad tras declararlo culpable de asesinato, violación y crímenes contra la humanidad en un juicio histórico, informa Reuters.
Anwar R. había sido acusado de 58 asesinatos, violaciones y agresiones sexuales en un centro penitenciario de Damasco que estaba supervisado por una unidad de inteligencia que él dirigía. Había negado todos los cargos.
La sentencia fue la segunda dictada en el mismo juicio en el tribunal regional superior de la ciudad de Coblenza, al oeste de Alemania. Se trata del primer caso penal del mundo sobre torturas dirigidas por el Estado durante la guerra civil de Siria, que comenzó en 2011.
El año pasado, Eyad Al-Gharib, otro antiguo miembro del servicio de inteligencia sirio, fue condenado a cuatro años y medio de prisión por complicidad en la tortura de civiles.
"El juicio demuestra que la rendición de cuentas por las atroces atrocidades del régimen de Assad es posible -que las pruebas son abrumadoras y serán aceptadas por los tribunales de justicia- si los fiscales y los jueces nacionales deciden actuar", ha declarado Eric Witte, de la Open Society Justice Initiative, que apoyó a varios testigos en el caso.
"Por mucho que celebremos el resultado de este juicio, no debemos olvidar que la crueldad de los crímenes probados en el tribunal continúa a día de hoy en Siria", añadió.
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El gobierno de Assad niega que torture a los prisioneros.
El veredicto dará esperanzas a muchos de los 800.000 sirios que se encuentran en Alemania después de que fracasaran los intentos de establecer un tribunal internacional para Siria.
Los fiscales consiguieron el juicio en virtud de las leyes de jurisdicción universal de Alemania, que permiten a los tribunales perseguir los crímenes contra la humanidad cometidos en cualquier parte del mundo.
La próxima semana se inicia en Fráncfort un segundo juicio contra un médico sirio sospechoso de crímenes contra la humanidad, entre ellos la tortura de prisioneros en un hospital militar de la ciudad de Homs en 2011-2012.
Los fiscales alemanes también le acusan de asesinar a un preso mediante una inyección letal.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia y China han vetado los intentos de las potencias occidentales de remitir la crisis siria a la Corte Penal Internacional, dejando a los supervivientes de torturas y ataques con armas químicas con opciones limitadas para buscar justicia.