El fútbol español ha recibido duras críticas por su decisión de celebrar el torneo de la Supercopa en Arabia Saudí, que comenzó ayer con un partido entre sus acérrimos rivales, el FC Barcelona y el Real Madrid, en el Estadio Internacional Rey Fahd de Riad. El Atlético de Bilbao y el Atlético de Madrid jugarán la segunda semifinal con el formato actual del torneo de media temporada, que se celebra por segundo año en Arabia Saudí.
"No tiene sentido jugar allí (en Arabia Saudí) un partido que podría jugarse aquí", dijo el ex internacional español y centrocampista del Bilbao, Raúl García. "Es muy sencillo: estamos jugando un torneo que (normalmente) se juega en nuestro país y no tiene sentido jugarlo en otro sitio".
García considera que la decisión de jugar en Arabia Saudí forma parte de una tendencia preocupante que, según él, está arruinando el deporte rey. "El fútbol ha cambiado en el sentido de que nadie piensa en los aficionados. Lo que importa es generar (dinero) consiguiendo patrocinadores, y nos estamos olvidando de lo básico respecto a lo que es el fútbol. El ambiente, las familias que disfrutan de los partidos juntos, los horarios de inicio que se adaptan a los espectadores. Ha cambiado mucho desde que empecé a jugar", se quejó el jugador de 35 años.
Durante 40 años, la Supercopa de España se disputó como telón de la nueva temporada entre el campeón de Copa de la campaña anterior y el de Liga. Pero, en 2019, el formato se cambió a cuatro equipos, incluidos los subcampeones de Copa y de Liga, y el torneo se exportó a Arabia Saudí.
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Las autoridades españolas justificaron la decisión, argumentando que permitir a los saudíes organizar el torneo podría ayudar a cambiar la cultura del Reino. Los críticos, sin embargo, dicen que todo esto es cuestión de dinero, señalando al principal patrocinador del torneo, NEOM, que es propiedad en su totalidad del Fondo de Inversión Pública, el fondo soberano de Arabia Saudí. El príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, es la punta de lanza de lo que él llama la renovación y modernización del Reino a través de los proyectos de NEOM.
Se espera que la Real Federación Española de Fútbol genere unos 34 millones de dólares por el acuerdo con los saudíes. Pero el coste del vuelo está fuera del alcance del aficionado medio, y el acuerdo ha dejado un sabor amargo entre millones de seguidores que ya no podrán compartir lo que ha sido una cita tradicional en el calendario futbolístico español.
No es ningún secreto que Arabia Saudí ha intentado utilizar sus grandes bolsillos para convertirse en un actor importante en el mundo del deporte. Los críticos dicen que es la forma que tiene Riad de lavar deportivamente los abusos de derechos humanos del Reino. Tras la compra del Newcastle United, Riad está a punto de completar una adquisición multimillonaria del gigante italiano, el Inter de Milán.