Las fuerzas de seguridad sudanesas irrumpieron el jueves en la oficina de la televisión Alaraby, en la capital, Jartum, y detuvieron a varios periodistas y miembros del equipo.
Los miembros del equipo detenidos habían estado cubriendo las manifestaciones prodemocráticas que se celebraron el jueves y durante los últimos meses en Sudán, en las que se exigía la vuelta al gobierno civil.
El reportero Wael Mohammed Alhassan, el supervisor de oficina Islam Saleh, el operador de cámara Mazen Oono y su ayudante Abu Baker Ali fueron detenidos durante la redada.
"Alaraby Television condena enérgicamente estas acciones, pide la inmediata liberación del equipo de Alaraby en Jartum, y responsabiliza plenamente a las autoridades sudanesas de su seguridad y bienestar", ha declarado el canal en un comunicado, añadiendo que su equipo operaba con todas las licencias y permisos requeridos.
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"Las acciones de las fuerzas de seguridad sudanesas son un grave ataque al derecho de los periodistas a trabajar libremente y sin intimidación. La red hace un llamamiento a todas las organizaciones internacionales de derechos humanos para que condenen los ataques a los periodistas y al periodismo", ha añadido el canal.
Hasta el jueves, más de 60 personas habían muerto durante las protestas a favor de la democracia que estallaron en Sudán tras la decisión del jefe del ejército, Abdel Fattah al-Burhan, de destituir al consejo soberano de transición, destituir al gobierno interino y poner a sus ministros bajo arresto domiciliario, al tiempo que se hacía con el poder absoluto del país.