El ex presidente de Israel, Reuven Rivlin, ha sido acusado de ser un jefe intimidante y tiránico por varios empleados que trabajaban para él en la residencia oficial del presidente en la Jerusalén Occidental.
El Canal 12 ha informado de que ha hablado con más de diez trabajadores que han criticado a Rivlin como un hombre de temperamento ardiente y cuya verdadera naturaleza choca con el personaje de "abuelo mimoso" que se ve en público.
"Recibimos un trato tan descarado, repulsivo y repugnante", dijo un trabajador. "Sólo esperábamos que se cumplieran los siete años. Es triste que tenga que decir estas cosas; se trata de un hombre que ocupó el puesto más elevado del país. Es triste. Me avergüenzo de ello".
Otro empleado, descrito como un "veterano" en la residencia, dijo a la cadena que Rivlin llamaba "estúpidos" a los operadores de la centralita telefónica si no transferían las llamadas con suficiente rapidez. "Esto era lo normal en lo que a nosotros respecta", dijo.
La fuente también dijo que si los trabajadores que hablaban en el aparcamiento hacían demasiado ruido, Rivlin abría su ventana y gritaba: "¿Qué es esto, un mercado? Volved a vuestras oficinas".
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El mismo trabajador afirmó además que "a las mujeres de la oficina les hacía llorar. Hasta su último día, lloraron".
Al pedirle que lo aclarara, el trabajador dijo que Rivlin las criticaba y las "humillaba".
En respuesta, Rivlin ofreció una disculpa en un comunicado por cualquier insulto que pudiera haber infligido, pero también criticó el hecho de que las quejas fueran anónimas y no oficiales.
"Pido disculpas a todos los que he herido y aclaro que no pretendía enfrentarme a nadie a título personal, sino sólo en función de mis exigencias profesionales hacia ellos", escribió.
"Sabía que había empleados que no coinciden conmigo en la necesidad del cambio y lamento las acciones que eligieron para presentar su oposición, entonces y ahora", añadió.
Rivlin tomó posesión de su cargo en julio de 2014, a la edad de 75 años, y ejerció hasta julio de 2021. Fue sustituido por el presidente Isaac Herzog.