El aumento de los precios mundiales de los alimentos tendrá repercusiones en Oriente Medio, donde los altos precios y el deterioro de las condiciones de vida desencadenaron las revoluciones de la Primavera Árabe, informa el medio en árabe de The New Arab.
A principios de este mes, los precios mundiales de los alimentos se dispararon un 28%, su nivel más alto desde 2011, sin que se prevea que los precios sean más estables este año, según la agencia alimentaria de la ONU. Esto, a su vez, ha provocado un aumento de la inflación.
Las tensiones políticas, el coronavirus, las condiciones meteorológicas extremas, las interrupciones de los suministros, los altos precios de las materias primas y los cierres de fábricas son los responsables de la subida de los precios.
La pandemia ha dejado a amplios sectores sin personal, como camioneros, operadores portuarios y personal de almacén.
Según la Agencia Central de Movilización Pública y Estadística, en diciembre Egipto registró una tasa de inflación anual del 6,5%, como consecuencia del aumento del coste de la educación, los alimentos y las bebidas.
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El gobierno ha aumentado las tasas de las escuelas estatales, mientras que el precio del agua, la electricidad, el gas y el combustible también han subido.
Al mismo tiempo, el gobierno ha subido el precio de varios alimentos subvencionados y ha dejado de emitir tarjetas de racionamiento para los recién casados.
En Egipto, un tercio de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, mientras que el 60% es pobre o está amenazado de pobreza.
Otros países de la región, como Sudán, Yemen, Líbano y Túnez, también se verán perjudicados porque importan azúcar y trigo, a lo que se suma el hecho de que están experimentando agitación política, guerra y colapso económico, según el informe de Alaraby.
A finales del año pasado, el precio de los cereales, el azúcar y el aceite vegetal aumentó un tercio en comparación con el año anterior.
Oriente Medio, especialmente Yemen y Siria, es ya una de las regiones con mayor inseguridad alimentaria del mundo. Muchas personas en Egipto, Líbano y Siria viven de los subsidios alimentarios y hay escasez de agua en Palestina y Jordania.