No hay duda de que la gran mayoría de los ciudadanos cristianos de Egipto apoyan al presidente Abdel Fattah Al-Sisi y a su régimen. Fueron los primeros en dar su respaldo a Sisi para llevar a cabo el golpe militar de 2013, y los primeros en apoyarlo cuando se produjo. La inmensa mayoría ha mantenido este apoyo, mientras que muchos de los musulmanes que apoyaron a Sisi y su golpe militar han cambiado su posición, y algunos ahora lo critican y se oponen a él.
¿Por qué los cristianos de Egipto apoyan a Sisi? Son una minoría, y como cualquier minoría religiosa, étnica, nacional o de otro tipo, creen que es de su interés colectivo unirse en torno al gobernante del país. No por amor a Sisi, en este caso, sino en una búsqueda comunitaria de protección frente a la mayoría imperante, que puede perseguir a la minoría o puede estar haciéndolo ya.
Incluso si este gobernante es un dictador que tiraniza a toda la población sin distinción, es mejor que una minoría muestre total lealtad y obediencia sin criticarlo a él ni a sus políticas. Esto ayudará a que pueda vivir en relativa paz y seguridad, incluso cuando el gobernante tiranice a todos los demás.
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Los cristianos de Egipto temen al Islam político. Cuando los Hermanos Musulmanes obtuvieron la mayoría en el Parlamento, y luego el Dr. Mohamed Morsi ganó las elecciones presidenciales en 2012, los cristianos creyeron el alarmismo de los medios de comunicación sesgados y temieron lo peor. Estaban dispuestos a creer que la Hermandad trataría a los cristianos como ciudadanos de segunda clase y les impondría la "jizya" (tributo); aplicaría las leyes islámicas de sucesión a todas las comunidades; cerraría o derribaría las iglesias e impediría el estudio del cristianismo en las escuelas. Se extendió el rumor de que se obligaría a las muchachas cristianas a casarse con hombres musulmanes, e incluso se las secuestraría para convertirlas al Islam por la fuerza. Además, que se pondrían en marcha grupos de "Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio" en las calles para golpear o detener a las mujeres musulmanas sin velo y a las mujeres no musulmanas vestidas de forma impúdica. Tales eran las afirmaciones contra los Hermanos Musulmanes.
No es de extrañar, pues, que los temores de los cristianos se avivaran. Era casi natural, por tanto, que los cristianos de Egipto estuvieran entre los opositores de Mursi y apoyaran el golpe de Estado contra él.No niego que haya extremistas que fomenten el odio hacia los cristianos; hacerlo sería negar la realidad. Echa un vistazo a las redes sociales y verás que hay muchos que siguen discutiendo sobre cuestiones controvertidas que se plantearon hace 1400 años y la llegada del Islam, en relación con el cristianismo, la naturaleza de Jesús (la paz sea con él), las fiestas y celebraciones religiosas cristianas, y sobre la permisibilidad o no de felicitar a los cristianos en esos momentos.
Los que intentan demostrar el error de la fe cristiana y acusan a sus seguidores de estar equivocados es poco probable que cambien la adhesión de los cristianos al cristianismo; tampoco es probable que los conviertan al Islam. De hecho, no hacen más que demostrar a los cristianos que algunos musulmanes les odian y confirmar, en su mente, la persecución de la que dicen sufrir.
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Sin embargo, aunque los cristianos son una minoría en Egipto, liderados por la Iglesia Copta, tienen una voz fuerte en Occidente, especialmente en lo que respecta a la persecución religiosa, real o imaginaria, actual o histórica. Las solicitudes de asilo en Europa o Estados Unidos suelen aceptarse automáticamente cuando el solicitante es un cristiano egipcio y no un musulmán.
La voz cristiana es escuchada por los políticos occidentales que, a su vez, hacen que Sisi busque el apoyo de los cristianos egipcios y de la fuerte Iglesia Ortodoxa en su país y en el extranjero. Necesita convencer a Occidente de que protege a las minorías religiosas en Egipto si quiere que la ayuda occidental siga llegando a sus arcas. De este modo, la relación entre el régimen y los ciudadanos cristianos se fortalece porque es de beneficio mutuo.
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