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La confianza unánime de Al Fatah en Abbas para destruir lo que queda de Palestina

El presidente palestino Mahmoud Abbas en la ciudad cisjordana de Ramallah el 25 de julio de 2021 [Thaer Ganaim/ApaImages].

Esta semana, el movimiento Fatah confirmó su actual desvinculación del pueblo de Palestina y de su tierra ocupada cuando "reafirmó unánimemente su confianza en el presidente Mahmoud Abbas" en todas sus funciones. Abbas es el jefe de Fatah, el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina y el llamado presidente de la Autoridad Palestina, este último sin mandato legítimo.

Los delirios de Fatah están muy lejos de los palestinos de a pie que piden a Abbas que dimita tras la ejecución extrajudicial del activista Nizar Banat por los servicios de seguridad de la AP el año pasado. Por desgracia, Abbas tiene suficientes aliados capaces de ahogar las voces palestinas políticamente. No es que los palestinos no tengan voz, pero la comunidad internacional ya ha definido a Palestina a través del hipotético compromiso de dos Estados con la OLP como "único representante" del pueblo; Israel define a Palestina a través de la eliminación; y Abbas ha apoyado ambas posturas.

Entonces, ¿qué apoya exactamente Al Fatah cuando proclama "unánimemente" la confianza en su líder? Sus últimos pasos, tan contradictorios como siempre, suponen una capitulación aún mayor ante Israel. Desde el asesinato de Banat, cuando los palestinos afirmaron abiertamente su disidencia y oposición a Abbas, éste se ha dado cuenta de que no tiene ninguna posibilidad contra el pueblo. Por lo tanto, de forma típicamente autoritaria, se dirigió a Israel y a Estados Unidos en busca de ayuda. Lamentablemente, se trata de una decisión lógica, dado que la AP ha perdido completamente la confianza de los palestinos. Las reuniones de Abbas con el ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, han permitido a la AP aferrarse a lo que le queda de poder. La única razón por la que las conversaciones efectivas tuvieron éxito fue porque los palestinos han estado sometidos a décadas de privaciones. De la misma manera que la ayuda humanitaria tiene prioridad en ausencia de derechos políticos, los dirigentes palestinos se salen con la suya haciendo pasar concesiones simbólicas por acuerdos políticos.

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Abbas fue noticia el año pasado al amenazar a Israel con un plazo para poner fin a la ocupación militar en un año. Sin embargo, lo más preocupante fue su capitulación ante el Estado ocupante al decidir detener la recogida de pruebas sobre los crímenes de guerra de Israel para presentarlas ante el Tribunal Penal Internacional. Esto no es ninguna sorpresa, aunque apeste a explotación del pueblo palestino. Abbas no sólo está en contra de que el pueblo palestino tenga derechos políticos, sino que también se opone a la más mínima, aunque tardía, posibilidad de que vean justicia respecto a los muy evidentes crímenes de guerra cometidos contra ellos. Abbas ha hecho esto a cambio de concesiones simbólicas de Gantz y de un gobierno israelí hostil que se destaca por ridiculizar a los dirigentes palestinos. Esto último parece no molestar en absoluto a Abbas mientras pueda seguir llenando sus arcas por lo que se ha establecido como un colaborador colonial que no debe rendir cuentas a nadie excepto a Israel, Estados Unidos y la comunidad internacional.

Fatah ha limitado el alcance de la definición de Palestina mediante su ridículo, aunque estratégico, respaldo a Abbas. Por supuesto, el movimiento tiene plena confianza en que Abbas seguirá ayudando a Israel a colonizar Palestina, de eso no hay duda, ni siquiera entre el pueblo palestino. Por eso está ahí, y por eso la AP y sus servicios de seguridad fueron creados por Oslo en primer lugar. Sin embargo, Palestina es mucho más que Abbas. Es una tierra con gente tenaz que no va a ninguna parte y que seguirá luchando por sus legítimos derechos. No se merecen a un líder como Abbas, pero tienen que vivir con su lamentable legado. Una parte importante de la lucha palestina debe consistir ahora en arrancar la definición de Palestina como objetivo de eliminación. Eso proporcionará a los palestinos un esfuerzo unánime y colectivo contra la hipocresía de Abbas y Fatah.

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

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MEMO Staff Writer

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