Las autoridades de ocupación israelíes han notificado a principios de esta semana a las familias de dos hermanos palestinos acusados de llevar a cabo una supuesta operación de tiroteo el mes pasado, que van a demoler su casa en Jenin, situada en la Cisjordania ocupada.
Según la agencia de noticias Wafa, la demolición prevista dejará sin hogar a cuatro familias, compuestas por más de 30 personas.
Ghaith y Omar Jaradat, hermanos de 20 y 17 años, están acusados de llevar a cabo un presunto ataque a tiros que tuvo lugar el 16 de diciembre, cerca del asentamiento ilegal de Homesh, al norte de Nablus, con el resultado de un colono israelí muerto.
Las fuerzas de ocupación detuvieron a los hermanos, junto con su tío, al que se acusa de ser cómplice, tras asaltar su casa en la localidad de Silat Al-Harithiya, en Yenín, con perros y más de 100 soldados.
Los jóvenes palestinos de la zona, que protestaban contra la redada, fueron atacados por los soldados israelíes, que les dispararon balas reales, gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, hiriendo a un joven, según los residentes locales.
Los soldados israelíes también habían tomado medidas de la casa de la familia para preparar su demolición, un acto que las fuerzas israelíes llevan a cabo con regularidad y que los grupos de derechos humanos califican de "castigo colectivo".
Las fuerzas israelíes utilizan la demolición de viviendas como política contra las familias de los palestinos a los que acusa de atacar a los israelíes. Esta política ha sido condenada por expertos de la ONU y grupos de derechos humanos.
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