El grupo de presión israelí, NGO Monitor, ha intensificado su campaña contra el Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Palestina. Ante la previsión de un nuevo nombramiento para el puesto en los próximos meses, el grupo israelí ha enviado una carta a la presidenta del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Nazhat Shameem Khan, en la que le insta a no tener en cuenta a los candidatos que optan al puesto por su "partidismo antiisraelí".
El mandato del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967 se creó en 1993. Los nombramientos para el cargo siempre se han realizado mediante un proceso independiente supervisado por el Consejo de Derechos Humanos. Los relatores especiales no son miembros del personal de la ONU; no reciben un salario de las Naciones Unidas y no trabajan para ningún gobierno o grupo de interés, lo que les permite mantener su independencia.
El actual Relator Especial es el profesor de derecho canadiense Michael Lynk, que fue nombrado en 2016. Al igual que su predecesor, el profesor Richard Falk, y antes de él el juez sudafricano John Dugard, los relatores especiales sobre Palestina han recibido una acogida extremadamente hostil por parte de Israel, que obstruye regularmente su trabajo negándoles la entrada a los territorios ocupados.
En su carta a Khan, cuya copia fue compartida por el grupo jurídico palestino Al-Haq en un tuit, NGO Monitor afirma que cinco de los seis candidatos han mostrado un sesgo antiisraelí y, por tanto, no deberían ser considerados para el puesto. Los grupos pro-israelíes suelen utilizar este tipo de argumentos para difamar a los críticos del Estado ocupante como antisemitas.
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La carta afirma que los tres ex relatores especiales "son responsables de promover" lo que denomina "la calumnia del apartheid y el BDS", en referencia a la campaña mundial de Boicot, Desinversión y Sanciones.
De hecho, la práctica del apartheid por parte de Israel es conocida desde hace décadas, con ex primeros ministros y diplomáticos israelíes advirtiendo de que el futuro del Estado de ocupación reflejaría el racismo de Sudáfrica bajo el dominio blanco. Recientemente, destacados grupos de derechos humanos como Human Rights Watch y B'Tselem han publicado informes detallados sobre la práctica del apartheid por parte de Israel y la promoción y perpetuación de la supremacía judía entre el mar Mediterráneo y el río Jordán.
🧵1/3 In an underhand attempt to undermine the international legal order, @NGOMonitor @UNWatch & affiliates are campaigning against candidates applying for the position of the UN Special Rapporteur on the situation of human rights in the occupied Palestinian territory pic.twitter.com/NrdpGAi5X1
— Al-Haq الحق (@alhaq_org) January 23, 2022
Al-Haq criticó la carta y la describió como un "intento solapado de socavar el orden jurídico internacional". El grupo explicó que la carta es "parte de un ataque continuo contra los derechos de los palestinos y quienes los defienden, apoyado por el Estado de Israel, basado en motivos infundados, sin fundamento y ridículos. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión".