Una directora regional de Human Rights Watch (HRW), que investigó el conflicto de Israel con Hamás en Gaza y la explosión del puerto de Beirut, sufrió el hackeo de sus teléfonos con un programa espía fabricado por la empresa israelí NSO, según informó el miércoles el grupo y publicó Reuters.
Los teléfonos móviles de Lama Fakih, que tiene su sede en Líbano y supervisa la respuesta del grupo con sede en Estados Unidos para países que van desde Siria e Israel hasta Myanmar y Etiopía, fueron objeto de ataques en cinco ocasiones el año pasado, dijo HRW.
El trabajo de Fakih incluye la exposición de abusos de derechos en conflictos armados, disturbios y desastres humanitarios y "puede haber atraído la atención de varios gobiernos, incluyendo algunos que son sospechosos de ser clientes de NSO", dijo el grupo de derechos.
En el momento de los hackeos, Fakih dijo que su trabajo incluía la cobertura de los combates entre Israel y el grupo islamista Hamás en Gaza y una investigación sobre la devastadora explosión del puerto de Beirut en 2020. Dijo que no había manera de saber si había una relación entre ese trabajo y el hackeo.
HRW dijo que NSO le había comunicado que la empresa no tenía conocimiento de que ningún cliente activo de NSO hubiera utilizado su tecnología contra un miembro del personal de HRW, y que evaluaría si estaba justificada una investigación.
LEER: Israel se enfrenta a 3 retos estratégicos
"NSO cree que debería haber una estructura reguladora internacional para garantizar el uso responsable de las herramientas de ciberinteligencia", dijo una portavoz de NSO Group a Reuters.
"Sin embargo, cualquier llamamiento a suspender estas tecnologías que salvan vidas hasta que exista dicha estructura es ingenuo y sólo beneficiaría a los terroristas, pedófilos y criminales empedernidos que evadirán la vigilancia y la detención".
El año pasado, el Departamento de Comercio de Estados Unidos tomó medidas para dificultar que las empresas estadounidenses hicieran negocios con NSO, basándose en la conclusión de que el software de la empresa se utilizaba para "atacar maliciosamente" a funcionarios, periodistas, activistas y empresarios.
El mes pasado, un grupo de legisladores estadounidenses pidió al Departamento del Tesoro y al Departamento de Estado que sancionaran a NSO y a otras tres empresas de vigilancia extranjeras que, según ellos, ayudaron a gobiernos autoritarios a cometer abusos contra los derechos humanos.
En noviembre, Apple demandó a NSO, alegando que había violado las leyes estadounidenses al irrumpir en el software instalado en los iPhones.