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La crisis del gas entre Irán y Turquía es más compleja de lo que parece

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (d), se reúne con el presidente iraní, Ebrahim Raisi (i), en el marco de la 15ª Cumbre de la Organización de Cooperación Económica en Ashgabat, Turkmenistán, el 28 de noviembre de 2021. [Presidencia de TUR/Murat Cetinmuhurdar - Agencia Anadolu]

Irán ha anunciado que ha interrumpido el flujo de gas natural a Turquía durante diez días, a partir del 20 de enero, debido a un "fallo técnico". Esto provocó una crisis de electricidad para las fábricas de Turquía. Se han planteado preguntas sobre la validez de la justificación iraní y la realidad que hay detrás de la acción. ¿Está relacionada, por ejemplo, con los recientes movimientos de Turquía hacia la reconciliación con los Estados del Golfo?

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llamó el sábado a su homólogo iraní, Ebrahim Raisi, para tratar este asunto, junto con las relaciones bilaterales y los asuntos regionales, pero la crisis continúa, a pesar del anuncio de Teherán de que se ha reanudado el flujo de gas a Turquía. Sin embargo, Ankara ha señalado que Irán no se ha ceñido a sus compromisos y que la cantidad de gas que envía ahora no es la acordada. Según Turquía, se recurrirá al arbitraje internacional si Irán no cumple sus obligaciones.

Según los medios de comunicación, una delegación turca en Teherán descubrió que Irán había cortado el suministro de gas para satisfacer la demanda interna. Por tanto, un "fallo técnico" no es cierto y hay más de lo que parece. Hay que mirar a otra parte para descubrir la verdadera causa de la crisis del gas entre Turquía e Irán.

Turquía anunció hace tiempo su nuevo programa económico para frenar la caída del valor de la lira, cuyo éxito depende de la producción y la exportación. Con el proceso de producción en marcha, las exportaciones turcas estaban alcanzando niveles récord. Sin embargo, con los cortes de electricidad debidos a la falta de gas para las centrales eléctricas, el proceso de producción siempre se iba a ver obstaculizado, dando un golpe al programa de recuperación económica. Esto, a su vez, sin duda avergonzó al gobierno ante el pueblo turco, haciéndole parecer incapaz de suministrar energía en pleno invierno.

Los analistas creen que los esfuerzos de reconciliación de Ankara en el Golfo, e incluso con Armenia, pueden estar también detrás de la jugada del gas de Teherán. Estos esfuerzos han empezado a dar sus frutos. El príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed Bin Zayed Al-Nahyan, visitó la capital turca a finales de noviembre, y Erdogan dijo que visitará los EAU y Arabia Saudí en febrero. Las conversaciones para normalizar las relaciones entre Turquía y Armenia comenzaron hace unas dos semanas, con una reunión de representantes en Moscú.

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Todo esto preocupa a Teherán y amenaza sus intereses. La medida de cortar el suministro de gas puede haber sido un mensaje de los iraníes a Ankara de que no está contenta con estos esfuerzos de reconciliación en general, y con el acercamiento entre Turquía y el Golfo en particular.

Sean cuales sean las causas de la crisis del gas, ponen claramente de manifiesto la importancia de la independencia energética y de las fuentes de suministro alternativas. Turquía necesita diversificar sus fuentes urgentemente, para no ser "rehén" de esta manera. Ha intensificado su exploración de petróleo y gas, en tierra y en el mar, en un esfuerzo por ser autosuficiente energéticamente. Ankara ha anunciado el descubrimiento de 540.000 millones de metros cúbicos de gas natural en el Mar Negro y ha ampliado sus inversiones en proyectos de energía renovable y nuclear. Se espera que la primera unidad de la central nuclear de Akkuyu esté terminada en la primavera de 2023, y el yacimiento de gas del Mar Negro entrará en servicio el próximo año. Mientras tanto, Turquía sigue necesitando importar petróleo y gas hasta alcanzar la deseada autosuficiencia.

No obstante, un experto en asuntos energéticos y asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores, Caner Can, señala que la dependencia de Turquía de Rusia e Irán en materia de gas natural ha disminuido significativamente en los últimos quince años, reduciéndose al 44,65% del total de las importaciones de gas natural de Turquía en 2020 desde el 81,9% en 2005; la proporción de éste procedente de Irán era sólo del 11% en 2020. Esto significa que Ankara es consciente de que esta dependencia no sólo amenaza sus intereses nacionales, sino también sus planes de futuro y la independencia de su política exterior, y está tomando las medidas adecuadas para remediar la situación.

Este artículo apareció por primera vez en árabe en Arabi21 el 26 de enero de 2022

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

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