Un tribunal egipcio remitió ayer los casos de diez miembros de los Hermanos Musulmanes al Gran Mufti del país para que apruebe la pena de muerte, tras ser declarados culpables de "formar grupos armados para llevar a cabo ataques hostiles."
Entre los acusados se encuentra el destacado dirigente Yehia Moussa. El tribunal declaró a los acusados culpables de "formar grupos armados para llevar a cabo ataques hostiles en El Cairo y Giza contra el personal de la policía y vandalizar propiedades e instalaciones públicas".
Egipto prohibió los Hermanos meses después del golpe militar de 2013 que desalojó al grupo del poder tras haber ganado las primeras elecciones democráticas del país un año antes. Tres meses después la declaró organización terrorista. Cualquier persona que se oponga al régimen es acusada de formar parte del grupo, aunque sea un crítico acérrimo o pertenezca a otra religión.
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