El ministro de Justicia israelí, Gideon Sa'ar, ha elegido a la ex fiscal Gali Baharav-Miara para suceder a Avichai Mandelblit como próximo fiscal general, según informaron el lunes los medios de comunicación locales.
Baharav-Miara ha trabajado durante 30 años en la división civil de la Fiscalía del Estado. Su nombramiento por parte de Sa'ar fue muy criticado porque carece de experiencia en derecho penal.
Es una de las tres candidatas, pero cuenta con el respaldo de Sa'ar y del primer ministro Naftali Bennett, según los informes, lo que la convierte en una probable candidata a sustituir a Mandelblit.
Sa'ar dijo en un comunicado que apoya a Baharav-Miara para el puesto "porque es la mejor candidata, la más experimentada, la más adecuada, con la más rica e impresionante experiencia profesional y administrativa".
Mientras tanto, Haaretz informó de que el presidente del comité de búsqueda, el juez retirado del Tribunal Supremo Asher Grunis, se opuso a la nominación diciendo que Baharav-Miara carecía de experiencia en derecho penal.
El abogado israelí Eitay Mack dijo que el nombramiento de Baharav-Miara responde a las ambiciones de los políticos y grupos de derecha porque su falta de experiencia en derecho penal hará que la función de fiscal se divida en dos puestos.
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Este es, según Haaretz, el plan de Sa'ar. Él ha estado buscando dividir el papel en "uno para ser llenado por el asesor jurídico del gabinete y las autoridades gubernamentales, y el otro para servir como el fiscal jefe del país".
Eitay Mack dijo que esta división pretende debilitar la posición del fiscal, así como a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley.
La formación en derecho civil de Baharav-Miara le ayudará a satisfacer los deseos de la institución de seguridad israelí, a la que Baharav-Miara ha demostrado su lealtad en el pasado.
Mientras trabajaba en la Fiscalía, formó parte de la unidad que puso fin a las demandas relacionadas con la indemnización de los palestinos por los daños infligidos por las fuerzas israelíes, dijo Mack.
También ha dado plena protección a la institución de seguridad israelí y la ha eximido de toda responsabilidad por los daños que causa a los palestinos. Con ello, ha asustado a los palestinos que acuden a los tribunales israelíes en busca de sus derechos.