Un veinteañero tunecino se prendió fuego en el barrio de Tabraqa, al noroeste del país, después de que la policía confiscara un rebaño de ovejas perteneciente a su padre, informó ayer la agencia de noticias local.
Según la agencia de noticias, la policía pidió al padre que demostrara que había comprado las ovejas, que se dirigían a un carnicero de la ciudad de Fernana, en la gobernación de Jandouba, cerca de la frontera con Argelia. La policía también le pidió que mostrara una licencia de cría y comercio de ovejas.
La agencia de noticias informó de que la policía creía que el rebaño, que constaba de 39 ovejas, había sido introducido de contrabando desde Argelia, alegando que el propietario tenía antecedentes de ese tipo.
El hijo consideró que su padre estaba siendo injustamente atacado por la policía y se prendió fuego.
El abogado del ganadero dijo que había aportado todos los documentos necesarios para demostrar que había comprado el rebaño, informaron los medios de comunicación locales. "El joven se prendió fuego porque sentía que su padre estaba oprimido", dijo el abogado.
El joven fue trasladado al hospital y se encontraba en estado crítico.
La autoinmolación del vendedor ambulante Mohammad Bouzizi en 2011, después de que la policía confiscara su carro, encendió las protestas de la Primavera Árabe en Oriente Medio, que derrocaron a numerosos dictadores de la región.
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