Rusia ha desplegado aviones de combate MiG-31K con misiles hipersónicos Kinzhal y bombarderos estratégicos Tupolev Tu-22M de largo alcance en su base aérea de Siria para realizar ejercicios navales, informó ayer la agencia de noticias Interfax, citando al Ministerio de Defensa.
Según Reuters, los aviones enviados a la base aérea rusa de Hmeimim participarán en ejercicios en el Mediterráneo oriental, en el marco de un aumento de la actividad militar rusa en medio de un enfrentamiento con Occidente sobre Ucrania y la seguridad en Europa.
Moscú anunció el 20 de enero que su armada organizaría una serie de ejercicios en los que participarían todas sus flotas, desde el Pacífico hasta el Atlántico, con 10.000 militares, 140 buques de guerra y decenas de aviones.
El año pasado, Rusia envió por primera vez aviones de combate con misiles Kinzhal, tras ampliar la pista de aterrizaje de la base para poder acoger este tipo de aeronaves, afirmó Rob Lee, analista militar del Instituto de Investigación de Política Exterior, con sede en Estados Unidos.
Dijo que los despliegues señalaban la creciente presencia militar de Rusia en Oriente Medio y su capacidad para operar en diferentes regiones y para proyectar su poder.
Los medios de comunicación rusos han dicho que el misil hipersónico Kinzhal puede alcanzar objetivos a una distancia de hasta 2.000 kilómetros. Es una de las varias armas estratégicas presentadas por el presidente ruso Vladimir Putin en marzo de 2018.