Estados Unidos, sus aliados europeos e Israel están jugando con la idea de que la guerra en Ucrania es inevitable si Rusia ataca a su vecino. Claramente están preparando al público para un conflicto de este tipo. Todo sirve a los intereses de Estados Unidos en esta falsa guerra psicológica contra Rusia que puede reforzar la presencia de Estados Unidos en Europa, así como las condiciones económicas europeas.
Rusia niega que esté planeando invadir Ucrania, pero está haciendo todos los movimientos de tropas y preparativos necesarios para sugerir que efectivamente tiene esa intención. Aquí radica el dilema de cualquier escalada en Ucrania, con una situación incierta e inconsistente.
Los estadounidenses y sus aliados ganarán la guerra diplomática y mediática; lo mismo con tener a la opinión pública de su lado. Si Rusia retrocede y no ataca a Ucrania, se dirá que Estados Unidos tuvo éxito en disuadir a los rusos. Si estalla la guerra, se elogiará a Estados Unidos por su recopilación e interpretación de información, y por tener razón al advertir sobre las intenciones de Moscú; el engaño de Rusia quedará expuesto y su narrativa será desacreditada.
El éxito relativo de Rusia será la ausencia de una guerra, porque dirá que tenía razón todo el tiempo, y que la propaganda y la política estadounidenses estaban equivocadas. En caso de que estalle la guerra, Moscú se verá obligado a buscar justificaciones. Si no hay guerra, ambas partes saldrán ganando.
¿Afectará la crisis de Ucrania a los palestinos? Dependerá de si estalla o no una guerra importante, y de si el resultado favorece a Rusia o a Estados Unidos. O si se llega a un entendimiento bastante rápido que permita una desescalada que salve la cara tanto de Rusia como de Estados Unidos.
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Cualquier impacto sobre los palestinos requerirá un liderazgo palestino coherente con alianzas correctas y una visión clara a través de la cual pueda determinar sus opciones y aprovechar las oportunidades de una manera que sirva a la causa nacional del pueblo palestino, y sin depender de una sola opción.
Una guerra importante o limitada tendrá un impacto indirecto en los palestinos, ya que es probable que debilite la posición de Israel, especialmente en Siria y su enfrentamiento con los grupos de resistencia e Irán. Esto se debe a que Israel se verá obligado a estar junto a Estados Unidos contra Rusia, lo que tendrá un impacto negativo en la relación de Tel Aviv con Moscú. El resultado puede ser el apoyo a las fuerzas de la resistencia en la región. Es poco probable que los dirigentes de la Autoridad Palestina puedan aprovecharse de ello debido a su propia debilidad y reticencia.
Rusia VS la OTAN: Ucrania, el gas, el Mar de la Muerte... - Caricatura [Sabaaneh/MonitordeOriente]
El escenario más probable, creo, es que se llegue a un entendimiento que permita la desescalada y conduzca a un diálogo estratégico entre los rusos, los estadounidenses y Europa sobre las principales cuestiones conflictivas. Entre ellos, el deseo de Rusia de cambiar el orden mundial en favor de una alianza entre Moscú y Pekín; Putin se habrá dado cuenta de lo que parece ser la debilidad de Washington en política exterior. En este caso, la causa palestina se verá afectada positivamente siempre que aparezca este nuevo orden y disminuya el papel de Estados Unidos e Israel en la región. Sin embargo, esto requiere que la dirección oficial palestina se reforme, refuerce su posición interna y reconsidere sus opciones estratégicas y sus alineamientos regionales.
Mi conclusión, por tanto, es que la cuestión palestina puede verse afectada de forma limitada e indirecta por lo que está ocurriendo en Ucrania, y posiblemente de forma positiva si los rusos se benefician de la crisis más que Estados Unidos y sus aliados. Para ser más precisos, los grupos de resistencia pueden beneficiarse de los acontecimientos en Ucrania y sus alrededores, mientras que la dirección oficial palestina probablemente no se beneficiará porque se ha equivocado en cuanto a sus alianzas y lealtades internas, regionales e internacionales.
Sin embargo, basándome en mis principios humanos y en los valores islámicos, mi propio deseo es que no se produzca ninguna guerra en Ucrania ni en ningún otro lugar, y que todos los conflictos existentes puedan resolverse de forma pacífica y justa. El derecho internacional y los derechos humanos deben ser el criterio para la resolución de todos esos conflictos, y no sólo el de la Palestina ocupada.
Este artículo apareció por primera vez en árabe en the Palestinian Information Centre el 15 de febrero de 2022
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