Una coalición de organizaciones civiles, de derechos humanos y religiosas del Reino Unido ha intensificado la coordinación de las actividades de oposición contra una controvertida ley que se está debatiendo en el Parlamento.
El proyecto de ley sobre nacionalidad y fronteras, que ya ha pasado su tercera y última lectura en la Cámara de los Comunes, otorgará al ministro del Interior el derecho a despojar a los británicos con ascendencia extranjera de su nacionalidad sin previo aviso.
Hasta la fecha, se han organizado varias vigilias y concentraciones en todo el país contra la propuesta de ley, que amenaza a unos seis millones de personas si se promulga.
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El proyecto de ley también va dirigido a los inmigrantes, ya que otorga a los agentes de la Fuerza de Fronteras poderes para rechazar a los refugiados mientras están en el mar, y convierte en delito la llegada al Reino Unido sin permiso a sabiendas.
Como parte de sus actividades, la coalición La Ciudadanía es un Derecho ha convocado una jornada de acción nacional para el domingo 27 de febrero.
En un comunicado de prensa emitido ayer, la coalición describió el proyecto de ley como "mal definido" y que no había "ninguna prueba o definición clara para el ejercicio de los poderes propuestos, en los que el Ministro del Interior se convertiría en "juez, jurado y verdugo".
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