Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo ayer que había recibido una afluencia de personas con heridas relacionadas con la guerra tras los combates entre las fuerzas gubernamentales pro-yemeníes y los hutíes en la gobernación de Hajjah.
"Hay una gran afluencia de heridos relacionados con la guerra tras la intensificación de los enfrentamientos en los frentes de Haradh y Bani Hassan en la gobernación de Hajjah", dijo MSF en un comunicado.
"El Hospital de Abs, apoyado por Médicos Sin Fronteras, recibió una gran afluencia de heridos, y se enviaron suministros médicos adicionales al hospital para mejorar su capacidad de respuesta a situaciones de emergencia", añadió.
Ayer mismo, el ejército yemení anunció, en un comunicado, la muerte de 50 hutíes y el derribo de diez aviones no tripulados con trampas en la provincia de Hajjah.
El empobrecido Yemen se ha visto acosado por la violencia y el caos desde 2014, cuando los hutíes invadieron gran parte del país, incluida la capital, Saná. La crisis se agravó en 2015 cuando una coalición militar liderada por Arabia Saudí lanzó una devastadora campaña aérea destinada a hacer retroceder las ganancias territoriales de los hutíes.
La guerra, en la que Estados Unidos (EEUU) y el Reino Unido (RU) respaldan a la coalición liderada por Arabia Saudí, se ha cobrado la vida de más de 377.000 yemeníes y ha dejado al 80% de la población -unos 30 millones de personas- dependiendo de la ayuda para sobrevivir, según datos de la ONU. Por ello, el organismo internacional ha calificado la situación de Yemen como la peor crisis humanitaria del mundo.
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