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Negar el apartheid no invalida la designación

Protesta en solidaridad con Palestina en Londres, Reino Unido, el 22 de mayo de 2021 [Guy Smallman/Getty Images].

A la menor crítica a Israel, sobreviene el desorden. Construida sobre la limpieza étnica del pueblo palestino, las narrativas coloniales de Israel están arraigadas en la violencia y, sin embargo, son tan frágiles, porque lo que sostiene la empresa colonial es la experiencia del gobierno israelí en la difusión y la seducción del mundo para adoptar su retórica de seguridad. Por ello, muchos gobiernos de todo el mundo han rechazado el reciente informe de Amnistía Internacional en el que se detalla el apartheid israelí, o bien han guardado silencio: Israel no permitirá que ninguna organización perturbe su posición.

En la misma línea, la rama israelí de Amnistía Internacional también ha criticado el informe, y su directora Molly Malekar ha declarado que la organización "cuyo objetivo es proteger los derechos humanos, no debería preocuparse por definiciones teóricas". El informe, según los medios de comunicación israelíes que recogen los comentarios de Malekar, "utilizaba trazos gruesos para pintar a todo el país de un solo color en lugar de entrar en detalles sobre lo que debe cambiar y lo que se está haciendo correctamente".

Los palestinos, declaró Malekar, "son tratados como víctimas perpetuas y pasivas del apartheid, desprovistos de cualquier derecho y agencia". Añadió que Amnistía Internacional no ha señalado a Israel, pero que el informe "ha sido exagerado".

El informe de Amnistía Internacional no se ocupa de las definiciones teóricas, pero las acciones de Israel se han definido en un marco que es necesario articular: el apartheid. El informe no crea un problema, al contrario, llena un vacío importante a la hora de discutir las violaciones del derecho internacional por parte de Israel y que debería haber sido asumido por la comunidad internacional hace décadas. En cuanto a lo que hay que cambiar, el sistema de apartheid de Israel necesita un completo desmantelamiento.

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Israel ha disfrutado durante mucho tiempo de la comodidad de que sus vulneraciones se discutan como acciones separadas y dispersas. La expansión de los asentamientos está vinculada al desplazamiento sólo por las consecuencias humanitarias de dejar a los palestinos sin sus hogares, en los casos de demoliciones. Por lo demás, la destrucción de Gaza, por ejemplo, no está vinculada a la forma en que Israel perpetúa la condición de refugiados de los palestinos. Las restricciones de Israel a la libre circulación en Gaza y en la Cisjordania ocupada se disocian del hecho de que la presencia de colonos invade el territorio palestino, de acuerdo con las políticas coloniales promulgadas por el gobierno israelí y protegidas por el ejército israelí.

Los Emiratos Árabes Unidos continúan su relación con el Estado de apartheid de Israel - Caricatura [Sabaaneh/MonitordeOriente].

Como resultado, los palestinos han sido percibidos erróneamente durante mucho tiempo como una población que sufre violaciones distintas e inconexas que la ONU aborda mediante resoluciones no vinculantes. El informe de Amnistía Internacional, al igual que los de Human Rights Watch y B'Tselem, ilustran cómo es el apartheid para la comunidad internacional, que es más parcial en su negación para proteger a Israel y escudarse en su complicidad en las políticas coloniales de apartheid que niegan a los palestinos sus derechos políticos.

Los palestinos no son tratados como víctimas perpetuas y pasivas. Sin embargo, la comunidad internacional hace todo lo posible para dejarlos sin voz. Basta con decir que la ONU nunca se tomó en serio las experiencias de apartheid de los palestinos, porque el paradigma humanitario diseñado después de la Nakba sigue sirviendo a la organización.

Amnistía Internacional ha señalado lo obvio, que los palestinos hicieron antes de la tendencia actual marcada por B'Tselem. Cualquier incomodidad dentro de Israel con la designación de apartheid debería provocar un ajuste de cuentas con las políticas del gobierno y las violaciones del derecho internacional contra el pueblo palestino. Es el propio Israel el que se ha situado en el marco teórico del apartheid con sus acciones.

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Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

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MEMO Staff Writer

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