Etiopía quiere cooperar con Egipto y Sudán en relación con la presa del Gran Renacimiento Etíope (GERD), según anunció ayer el primer ministro Abiy Ahmed.
Ahmed declaró ante el Parlamento que Addis Abeba no debe ser el "único país que fomente la aplicación del Acuerdo Marco de Cooperación - Iniciativa de la Cuenca del Nilo", y pidió a El Cairo y Jartum "que unan sus fuerzas".
"Queremos cooperar con Egipto y Sudán en la cuestión de la presa", reiteró Ahmed, subrayando que el agua limpia del Nilo Azul en Etiopía está "a disposición de todos los países".
Etiopía está construyendo una presa de 5.000 millones de dólares cerca de la frontera con Sudán que, según dice, proporcionará al país la electricidad y la regeneración económica que tanto necesita. Egipto cree que restringirá su acceso a las aguas del Nilo.
Egipto depende casi por completo del agua del Nilo, del que recibe unos 55,5 millones de metros cúbicos al año, y cree que el llenado de la presa afectará al agua que necesita para beber, la agricultura y la electricidad.
El Cairo quiere que Etiopía garantice que Egipto recibirá 40.000 millones de metros cúbicos de agua del Nilo o más. El ministro etíope de Riego, Seleshi Bekele, afirmó que Egipto ha renunciado a esta exigencia, pero Egipto insiste en que no lo ha hecho y emitió una declaración en este sentido.
También hay una cuestión sin resolver sobre la rapidez con la que se llenará la presa, ya que Egipto teme que si se llena demasiado rápido, podría afectar a la electricidad generada por la presa alta de Asuán.
En julio, Etiopía informó a los países situados aguas abajo, Egipto y Sudán, de que había iniciado la segunda fase de llenado del embalse de la presa para aprovechar la temporada de lluvias. Egipto respondió diciendo: "Addis Abeba está violando las leyes y normas internacionales, y está tratando el río Nilo como si fuera de su propiedad".
Etiopía comenzó a producir electricidad desde la presa el domingo.
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