El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró ayer que su país no reconoce la violación por parte de Rusia de "la soberanía y la integridad territorial de Ucrania", informó Anadolu.
En una llamada telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, Erdogan destacó la importancia de alcanzar una solución a la disputa entre los dos países sobre la base de los acuerdos de Minsk.
Erdogan reiteró durante la llamada, según un comunicado oficial, que Turquía está dispuesta a hacer su parte para desescalar la tensión entre Rusia y Ucrania y preservar la paz.
"El presidente Erdogan señaló que le gustaría recibir al presidente ruso Putin en Turquía para la reunión del Consejo de Cooperación de Alto Nivel tan pronto como sea posible, como se había acordado durante su visita a Sochi en septiembre", dijo la declaración.
El presidente turco subrayó la "gran importancia" que concede a su estrecho diálogo con Putin, que "ha dado resultados favorables", y añadió que está decidido a mantener este enfoque.
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Erdogan también dijo a Putin que ninguna de las partes se beneficiaría de que la disputa se complicara o, peor aún, se convirtiera en una confrontación militar.
"El presidente Erdogan declaró que Turkiye, con este espíritu, concedía importancia a la continuación de las conversaciones diplomáticas y que, también hoy, estaba dispuesto a hacer su parte para la desescalada de la tensión y la preservación de la paz", decía el comunicado. Entre septiembre de 2014 y febrero de 2015, Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, conocidos colectivamente como el Cuarteto de Normandía, firmaron el Protocolo de Minsk, que detuvo efectivamente los avances de las tropas y redujo en gran medida las tensiones.
Sin embargo, según Anadolu, los acuerdos no pudieron aplicarse y los enfrentamientos derivaron en una guerra de trincheras.
El lunes, Putin anunció el reconocimiento por parte de Rusia de dos regiones separatistas del este de Ucrania como estados "independientes", seguido rápidamente por la orden de enviar fuerzas rusas allí para "mantener la paz".
Estados Unidos y otras potencias occidentales condenaron la medida e impusieron nuevas sanciones a Rusia.