El palestino Ahmed Manasra sufre un trastorno psicológico debido al aislamiento y a las duras condiciones carcelarias desde su detención en 2015, dijo ayer su familia.
En un comunicado, la familia de Manasra subrayó que necesita un diagnóstico adecuado y profesional, un tratamiento con medicamentos apropiados y el fin de su aislamiento.
La familia dijo que fue golpeado violentamente cuando fue detenido en 2015, cuando tenía 13 años, y que tenía una fractura en el cráneo.
Su familia, sus abogados y los grupos de derechos humanos han tratado de averiguar los detalles de las dolencias. Tras muchos esfuerzos, un psiquiatra lo visitó y comprobó que sufre un trastorno psicológico como consecuencia de la violencia, el aislamiento y la opresión a la que está sometido en las cárceles israelíes.
El psiquiatra reiteró que su aislamiento en una celda estrecha y el hecho de que se le impida mezclarse con otros presos es una de las principales razones de su enfermedad. También necesita tener acceso al espacio exterior.
En la declaración, la familia condenó las afirmaciones israelíes de que Manasra está aislado para protegerlo de los presos adultos. Añadiendo que su única fuente de sufrimiento es la ocupación y sus acciones contra él.
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El 12 de octubre de 2015, Manasra y su primo Hassan Khalid Manasra, de 15 años, apuñalaron e hirieron gravemente a dos israelíes cerca del asentamiento ilegal israelí de Pisgat Zeev, en el barrio de Beit Hanina, en el Jerusalén Este ocupado. Los chicos tenían 13 y 21 años en el momento del incidente.
Durante el ataque, las fuerzas israelíes mataron a Hassan a tiros en el lugar de los hechos, mientras que Ahmad fue atropellado por un coche y resultó gravemente herido.
Un video de Ahmad herido y ensangrentado en el suelo tras ser atropellado por el coche fue subido a las redes sociales. En él, se oye claramente a un espectador israelí decir: "¡Muere, hijo de puta! Muere!" mientras otro le dice al policía que le dispare.
Se le impuso una condena de 12 años de prisión que se redujo en 2017 en dos años y medio, en parte debido a las pruebas de que Manasra desempeñó un papel secundario en el ataque.
Un vídeo filtrado muestra a Manasra siendo maltratado por los agentes durante su interrogatorio.
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