El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso el lunes un embargo de armas a los hutíes de Yemen, alineados con Irán, después de que el grupo reivindicara varios ataques con drones y misiles contra los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí este año, informa Reuters.
La medida, propuesta por los Emiratos Árabes Unidos, amplía a todo el grupo el embargo de armas impuesto por la ONU a varios líderes hutíes. Recibió 11 votos a favor, mientras que los cuatro miembros restantes del Consejo -Irlanda, México, Brasil y Noruega- se abstuvieron.
La misión de los Emiratos Árabes Unidos ante las Naciones Unidas dijo que la resolución reduciría las capacidades militares de los hutíes y "empujaría a detener su escalada en Yemen y la región".
Una coalición liderada por Arabia Saudí lleva siete años combatiendo a los hutíes, en un conflicto considerado en gran medida como una guerra de poder entre Arabia Saudí e Irán. La guerra ha matado a decenas de miles de personas y ha provocado una grave crisis humanitaria.
La coalición, Estados Unidos y los supervisores de las sanciones de la ONU han acusado a Irán de suministrar armas a los hutíes, algo que tanto Teherán como el grupo niegan.
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Mohamed Ali Al-Houthi, jefe del comité revolucionario supremo hutí, criticó la decisión por ignorar los "crímenes" de la coalición y dijo en un mensaje de Twitter que cualquier embargo de armas que no se aplique a la alianza respaldada por Occidente "no tiene valor".
La guerra ha experimentado una importante escalada este año, con aviones de guerra de la coalición atacando zonas controladas por los hutíes después de que el grupo intensificara los ataques transfronterizos contra Arabia Saudí y los extendiera a los Emiratos Árabes Unidos, donde tres personas murieron en un ataque en enero.
Los ataques aéreos en Yemen mataron a unos 100 civiles ese mes en operaciones que, según la coalición, tenían como objetivo los sistemas militares hutíes.
La coalición intervino en Yemen en marzo de 2015, después de que los hutíes expulsaran al gobierno de la capital, Saná. El grupo dice que está luchando contra un sistema corrupto y una agresión extranjera.