Turquía y Pakistán están desarrollando conjuntamente un avión de combate de quinta generación, en un esfuerzo por reemplazar y avanzar sus flotas de cazas existentes y combinar sus capacidades en la cooperación de defensa.
El TF-X [Turkish Fighter Experimental], que se anunció por primera vez en 2016 y ha estado en desarrollo desde entonces, es concebido por Turquía como su primer avión de combate furtivo bimotor de quinta generación que se centra en las capacidades aire-aire al tiempo que también opera en un función aire-tierra.
En una entrevista concedida este mes a un canal de televisión paquistaní, el director general de Turkish Aerospace Industries (TUSAS), Temel Kotil, reveló que el proyecto se está desarrollando conjuntamente con Pakistán.
Según un artículo publicado a principios de este mes, el vicemariscal del aire pakistaní, Rizwan Riaz, dijo que el equipo de desarrollo del proyecto -con sede en Turquía- distribuye tareas más pequeñas de trabajo a estudiantes e investigadores con sede en Pakistán, que contribuyen a integrar los componentes.
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Kotil también anunció que algunas de las operaciones de TUSAS se trasladarán a Pakistán este año como parte de las actividades para mejorar y avanzar en la cooperación entre los dos países en la industria de la defensa.
Se prevé que el proyecto conjunto -que algunos han bautizado como el "primer [avión] de combate del mundo islámico"- beneficie tanto a Ankara como a Islamabad, al sustituir sus anticuadas flotas de aviones de combate. En cuanto a Turquía, se dice que no puede desarrollar completamente el avión de combate por sí misma debido a la crisis económica que ha sufrido en los últimos años.
A pesar de que Pakistán ya tiene su propio proyecto de avión de combate de 5ª generación bajo su Proyecto Azm, pretende reemplazar sus envejecidos cazas F-16 y Mirage III, además de enfrentarse también a dificultades en su proyecto.