Hay 14,6 millones de sirios que necesitan ayuda y unos 6,9 millones de desplazados, según anunció ayer la ONU. El portavoz del secretario general de la ONU dijo que Siria tiene el mayor número de "desplazados internos del mundo". Stephane Dujarric añadió que también se enfrentan a un "alto nivel de necesidades" y a un "acceso limitado" a los servicios básicos.
"Las continuas hostilidades, las deficientes infraestructuras y el cada vez menor poder adquisitivo están minando la capacidad de resistencia de la población", señaló Dujarric al tiempo que advirtió que se calcula que el 90% de la población siria "vive por debajo del umbral de la pobreza".
Refiriéndose a lo que describió como el "empeoramiento de las condiciones socioeconómicas", el funcionario de la ONU explicó que se espera que "aumenten aún más" los niveles de pobreza extrema.
"Siria se encuentra entre los países con mayor inseguridad alimentaria del mundo, con más de la mitad de la población en situación de inseguridad alimentaria severa", señaló. Una cuarta parte de los niños menores de cinco años en algunas partes de Siria sufren un crecimiento "atrofiado". "Esto provoca daños irreversibles en su desarrollo".
Dujarric continuó diciendo que la organización internacional entregó asistencia humanitaria a "una media de 6,8 millones de personas al mes el año pasado". A través de la operación transfronteriza se llegó a unos 2,4 millones de personas al mes.
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"La ONU y sus socios también están intensificando los esfuerzos para apoyar la capacidad de recuperación y la programación de recuperación temprana, para revitalizar el acceso a los servicios básicos críticos junto con el trabajo para salvar vidas". Esto último, subrayó, requerirá más financiación y más acceso para llegar a más personas necesitadas.
La crisis siria se prolonga desde marzo de 2011, cuando estallaron las protestas populares contra el régimen del presidente Bashar Al-Assad. El pueblo exigía un traspaso de poder pacífico, pero la respuesta militarizada del régimen sumió al país en una guerra devastadora, que aún continúa.