Los efectos y repercusiones de la guerra en Ucrania no entraban en los cálculos del pueblo libanés y lo último que necesitaban eran las repercusiones de esta intervención militar rusa en Ucrania, aumentando el sufrimiento del pueblo a diario, dado que ya se encuentran en una crisis económica.
El 24 de febrero, Rusia lanzó una operación militar en Ucrania, a la que siguieron airadas reacciones internacionales y la imposición de "duras" sanciones económicas y financieras a Moscú.
Los efectos de la guerra se dejaron sentir en todo el mundo, incluso en Líbano, que ya sufre una crisis calificada por el Banco Mundial como "una de las más graves crisis mundiales", "que probablemente se sitúe entre los 10 primeros, y posiblemente entre los 3 primeros, episodios de crisis más graves a nivel mundial desde mediados del siglo XIX".
Los signos de las repercusiones de la guerra comenzaron a cernirse sobre el Líbano, amenazando con una crisis de seguridad alimentaria si se prolonga.
Líbano, Rusia y Ucrania
Líbano necesita entre 550.000 y 650.000 toneladas de trigo al año, según datos del gobierno.
La empresa de investigación independiente International Information afirmó que las importaciones procedentes de Ucrania ascendieron a 354 millones de dólares como media anual, durante los años 2012-2020.
En un informe publicado a finales de febrero, señaló que el trigo ocupa el primer lugar entre los productos básicos importados por Líbano desde Ucrania, con un volumen de 511.000 toneladas.
Además del trigo, Líbano importa de Ucrania azúcar, ganado vacuno, ovino, hierro y cebada, según el estudio.
Según las cifras de las aduanas libanesas, Rusia es una de las mayores fuentes de importación de aceite de semillas del Líbano, además de aceites de petróleo, carbón y otros productos básicos.
El Líbano no puede almacenar grandes cantidades de trigo porque el puerto de Beirut solía albergar los mayores silos del país, pero tras la explosión del 4 de agosto de 2020 quedó completamente destruido y perdió sus existencias, aproximadamente el 85% del grano y el trigo del Líbano.
No se han conseguido nuevos silos ni se han reconstruido. El trigo se almacena o bien en los 12 molinos libaneses, suficientes para almacenar el consumo de un mes o un poco más, o bien el Estado compra el trigo y lo almacena después de pagar su precio a los países a los que lo compra.
Existencias de trigo
La semana pasada, el ministro de Economía, Amin Salam, dijo que las reservas de trigo del Líbano son suficientes para unos 45 días, y que el gobierno ha hecho tratos para comprar cantidades adicionales, llamando a sus ciudadanos a no comprar por pánico.
Señaló que el Consejo de Ministros acordó conceder a la Dirección General de Cereales y Remolacha Azucarera del Ministerio de Economía la aprobación para importar 50.000 toneladas de trigo, a fin de asegurar una reserva para un mes más.
Añadió que con la proximidad del bendito mes del Ramadán, en el que aumentará el consumo de alimentos, se ha oído hablar de los temores de escasez de algunos productos alimenticios, como los aceites y el azúcar.
El ministro libanés reveló que se ha llegado a un acuerdo con los importadores, propietarios de centros comerciales, molinos, hornos y comerciantes de ganado y aves de corral, para que "nos proporcionen las cantidades que tienen, y seguiremos cooperando con ellos para que no haya trastornos en los mercados".
Por otra parte, el jefe del Sindicato de Importadores de Alimentos, Hani Bohsali, declaró a la Anadolu News Agency: "Estamos en medio de una crisis, pero no hemos llegado al desastre".
"La crisis que existe actualmente se centra en la búsqueda de alternativas para que las mercancías se envíen rápidamente, porque el suministro se detuvo repentinamente debido a la guerra".
"En estos momentos, tenemos reservas de trigo y aceite suficientes para más de un mes y medio, por lo que encontrar soluciones alternativas es posible en este periodo".
Bohsali dijo que Estados Unidos, Canadá, Australia, Rumanía y Bulgaria podrían ser fuentes alternativas de trigo. "Solíamos comprar trigo de Ucrania porque era el más económico", dijo.
No ocultó que "los precios de los productos alimentarios subirán en Líbano", lo que significa que los ciudadanos sufrirán cargas adicionales sobre ellos, en medio de una importante disminución de su poder adquisitivo con el desplome de la lira.
Medidas preventivasA principios de este mes, el gobierno formó un comité ministerial de seguimiento de la cuestión de la seguridad alimentaria, para anticiparse a cualquier problema que pudiera derivarse de las repercusiones de la crisis ruso-ucraniana.
Los servicios de seguridad también hicieron redadas en los comercios para combatir cualquier monopolio de productos alimentarios o los intentos de subir los precios.
El Líbano también aprobó una ley para limitar el uso de la harina únicamente a la fabricación de pan, con el objetivo de conservar el trigo durante más tiempo.
Sector del combustible
Durante el fin de semana, en las estaciones de servicio de Líbano se produjeron largas colas por temor a un aumento significativo del precio de la gasolina, al aumentar los costes globales.
Tras la supresión de las subvenciones a los carburantes el pasado verano, el Ministerio de Energía publica dos veces por semana una tabla de precios de los carburantes, en la que se registra una bajada o una subida, en función de dos factores, el primero es el tipo de cambio de la lira frente al dólar, y el segundo es el precio mundial del barril de petróleo.
Hoy, el precio del barril de petróleo supera los 110 dólares, y a principios de esta semana alcanzó los 138 dólares.
El Ministro de Energía y Agua, Walid Fayyad, confirmó que "el gas está disponible en los mercados locales, y no estamos en crisis".
Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresas Importadoras de Petróleo, Maroun Chammas, declaró: "El reto que tenemos hoy es seguir asegurando los mercados locales con combustible sin interrupción".
Y añadió: "Líbano importa grandes cantidades de petróleo ruso, y hoy buscamos mercados alternativos, como los Estados del Golfo o Turquía".
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