La carne y las patatas son un maridaje muy popular. Casi todos los países tienen una variación de estos dos ingredientes juntos. Hoy vamos a descubrir el plato Dawoud Basha. Este plato se compone principalmente de patatas y albóndigas, pero lo que lo hace especial es la salsa de tomate ácida en la que se cocina, que está condimentada con canela y la emblemática siete especias de Oriente Medio y tiene melaza de granada, que le da un sabor ácido y dulce a la vez, haciendo que el resultado sea irresistible. Ya sabemos que muchos platos de Oriente Medio tienen una historia detrás de su nombre, y éste es el caso del Dawoud Basha. Se dice que este plato se preparaba para un noble otomano, Dawoud Pasha (o Basha, como decimos los árabes), pero el cocinero olvidó uno de los ingredientes y fue castigado, por lo que el plato quedó vinculado al noble desde entonces. No tengo ni idea de la veracidad de esta historia, pero siempre es divertido escuchar estas pequeñas historias, e independientemente de la procedencia del nombre del plato, tenga por seguro que es absolutamente delicioso.
Las albóndigas son las tradicionales que se hacen en todo Oriente Medio, siempre con perejil, cebolla y siete especias. A mí me gusta añadir canela a los platos con carne picada porque le quita la gordura y le da un agradable calor. Después de formar nuestras albóndigas, debemos asegurarnos de dorarlas por todos los lados para que conserven los jugos y no se desmoronen en nuestra salsa. No es importante que se cocinen por dentro, ya que vamos a dejar que se cocinen en la salsa.
Al hacer nuestra salsa de tomate, o jugo (a falta de una palabra mejor), no necesitamos pelarlos porque la piel se mezclará con la pulpa. Asegúrate de añadir un poco de agua para que se mezclen en la batidora. La cantidad de agua dependerá de lo jugosos que sean tus tomates. Este plato es muy fácil y se prepara con bastante rapidez, pero para obtener el mejor sabor, hay que dejarlo cocer a fuego lento durante al menos 20 minutos para que la salsa se reduzca y espese, y los sabores se intensifiquen. Lo mejor de este plato es que, al igual que muchos otros guisos, sabe mejor cuanto más tiempo se deja reposar, por lo que es perfecto para preparar comidas.
Una pizca de piñones o almendras tostadas es el complemento perfecto. Sírvelo con arroz de fideos o moja un poco de pan en él y disfruta de esta comida reconfortante por excelencia.
Ingredientes
Albóndigas
600 g de carne picada (ternera o cordero)
2 cucharadas de perejil picado
1 cebolla mediana, finamente picada
2 cucharaditas de canela
1 cucharada de mezcla de especias
Sal y pimienta al gusto
Guiso
Aceite para freír las patatas
2 patatas grandes, peladas y cortadas en dados grandes
2 cucharadas de aceite de oliva
3 cebollas grandes, cortadas en medias lunas
5 dientes de ajo, picados
2 cucharadas de pasta de tomate
6 tomates grandes, licuados con un poco de agua
2 cucharadas de melaza de granada
2 cucharaditas de canela
½ cucharada de mezcla de especias
Sal y pimienta
Instrucciones
- Calentar el aceite para freír y, una vez caliente, freír los cubos de patata hasta que estén dorados. Dependiendo del tamaño de la sartén, es posible que tengas que freírlos en tandas.
- Mientras se fríen las patatas, mezcla todos los ingredientes de las albóndigas en un bol y amásalos bien. A continuación, forme sus albóndigas, deben ser ligeramente más grandes que una nuez. Déjelas a un lado.
- Una vez que las patatas estén listas, colócalas en una toalla de papel para eliminar el exceso de aceite.
- En una olla grande, calienta el aceite de oliva y dora las albóndigas por todos los lados. No se preocupe de que estén bien hechas, ya que se seguirán cocinando en el guiso. Cuando estén listas, colócalas en un paño de cocina junto con las patatas y resérvalas.
- En la misma olla que usaste para las albóndigas, añade las cebollas cortadas en rodajas con un poco de sal y cocínalas hasta que se ablanden. Añade el ajo y sigue cocinando hasta que las cebollas estén cocidas y doradas.
- Añada la pasta de tomate y cocine durante un minuto, luego añada las especias, seguidas de los tomates mezclados y la melaza de granada. Mezclar bien y añadir un poco de agua para que la salsa quede más suelta.
- Una vez que la salsa rompa a hervir, pruebe la sazón y ajústela si es necesario. Asegúrese de que la consistencia de la salsa es ligeramente más fina de lo que le gustaría, ya que seguirá reduciendo a medida que se cocine.
- Colocar las patatas y las albóndigas en la salsa, bajar el fuego, tapar la olla y dejar cocer a fuego lento durante 20-30 minutos.
- Servir con arroz de fideos o pan. A mí me gusta añadir unos piñones por encima para que sea más crujiente y ¡a disfrutar!