El sufrimiento de los refugiados desplazados en el norte de Siria se agravó ayer después de que un fuerte descenso de las temperaturas y una nueva ola de nevadas afectaran a varias zonas del campo de Idlib y Alepo.
Por segunda vez desde el comienzo del año, las regiones del norte de Siria fueron testigos de una tormenta de nieve que dañó 22 campamentos en 24 horas.
El equipo de coordinadores de la respuesta en Siria informó de que 13 nuevos campamentos habían resultado dañados, además de nueve campamentos que fueron destruidos en la tormenta de nieve que azotó la región en enero, pero que fueron reconstruidos posteriormente.
También se cerraron muchas carreteras como consecuencia de las graves condiciones meteorológicas. Las fuerzas de defensa civil sirias han estado trabajando para reabrirlas, dijeron, y se espera que las nevadas continúen hoy.
Unas 67 tiendas de campaña fueron arrasadas por los fuertes vientos, mientras que otras 137 resultaron parcialmente dañadas, informó el viernes la Defensa Civil.
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