Israel se ha convertido en el destino favorito de los oligarcas rusos que buscan refugio de las sanciones occidentales, ha informado el Times of Israel. Hasta catorce aviones privados han aterrizado en el Estado de ocupación en los últimos días en un esfuerzo por eludir las sanciones financieras impuestas a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
Se trata, al parecer, de un número inusual de aviones privados alquilados que vuelan de Rusia a Israel, lo que, según el periódico israelí, es un posible indicio de que algunos rusos ricos están buscando la manera de eludir las sanciones impuestas por Occidente para castigar a Moscú por el ataque.
Los datos de seguimiento mostraron que los aviones hicieron viajes desde Turquía a Moscú y San Petersburgo, y luego desde allí a la capital de Israel, Tel Aviv. Se dice que los que iban a bordo son oligarcas rusos sancionados. Se especula con la posibilidad de que algunos hayan utilizado los aviones privados contratados para evitar el desplazamiento de sus propias aeronaves y ocultar sus movimientos.
Israel no se ha unido a Occidente a la hora de sancionar a Rusia y a sus oligarcas, muchos de los cuales son de origen judío. La ideología sionista fundacional del Estado de ocupación lo convierte en un lugar atractivo para las personas que huyen de su país de nacimiento para escapar de la ley y evadir las sanciones.
Podría decirse que el más conocido entre los oligarcas rusos es Roman Abramovich. El ahora ex propietario del Chelsea Football Club de la Premier League inglesa fue sancionado por el gobierno británico la semana pasada. Su avión privado aterrizó en el aeropuerto israelí de Ben Gurion el domingo por la noche, según los medios de comunicación israelíes.
Abramovich, que adquirió la nacionalidad israelí en 2018 tras no poder prorrogar su visado de trabajo en el Reino Unido, ha donado casi 102 millones de dólares a una organización de colonos israelíes de extrema derecha que desplaza a familias palestinas de la Jerusalén Oriental ocupada. Sin embargo, se dice que sus donaciones totales a causas israelíes suman más de 500 millones de dólares. El oligarca también ha comprado al menos tres propiedades en Israel, una de las cuales está valorada en 64,5 millones de dólares.
En una carta enviada a principios de este mes, varias instituciones israelíes prominentes, incluido el monumento oficial del Holocausto del país, Yad Vashem, así como varios individuos, apelaron a Estados Unidos para que no sancionara a Abramovich. La carta decía que imponerle sanciones perjudicaría a las instituciones israelíes que dependen de él para sus donaciones. El presidente de Yad Vashem, Dani Dayan, añadió que Abramovich era el segundo mayor donante privado del museo, después del difunto Sheldon Adelson y su viuda, Miriam. Los Adelson fueron los principales financiadores de la campaña electoral de Donald Trump y se dice que fueron decisivos para convencer al ex presidente estadounidense de que trasladara la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a la Jerusalén ocupada.
Se dice que los activos de Abramovich incluyen al menos dos yates de lujo, uno de los cuales se encuentra actualmente en la costa de Italia. Fuentes israelíes afirman que los yates se dirigen al Estado colonial de los colonos, aparentemente para asegurarse de que no sean confiscados.
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