Un maestro de escuela jubilado de la provincia meridional turca de Adana acoge a 10 ucranianos que han huido de su país en medio de la guerra rusa, informa la agencia de noticias Anadolu.
Mehmet Elibal, un ucraniano de origen turco que vive en la ciudad de Konotop, cerca de la frontera rusa, se puso en contacto con las autoridades turcas y esperó a que se abriera el corredor humanitario, ya que deseaba desesperadamente regresar a Turquía.
Más tarde, le contó a su madre, Miyase Tanik, sobre sus amigos y vecinos ucranianos que no podían huir del país devastado por la guerra porque no tenían dónde ir.
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Su madre respondió a la petición de su hijo abriendo sus puertas a las víctimas de la guerra, accediendo felizmente a alojarlos a todos.
Tras la apertura del corredor humanitario, Elibal llegó a Adana con 10 ucranianos, entre ellos seis niños, tras un arduo viaje de cinco días.
Ahora trata de proporcionarles la mejor atención posible.
"Estoy feliz por acogerlos"
Tanik dijo a la Agencia Anadolu que su hijo, Elibal, estaba en Ucrania desde 2009, casado y divorciado.
Estaba preocupada por su hijo tras los ataques rusos y dijo que estaba tratando de que regresara a Turquía lo antes posible.
"Ahora estoy acogiendo a 11 personas, incluido mi hijo, en mi casa. Hay cuatro mujeres y seis niños", dijo, y añadió que "estoy encantada de acogerlos mientras pueda hacer que estén cómodos aquí hasta que termine la guerra."
"Espero que esta guerra termine pronto", comentó con optimismo.
"Hasta que la guerra termine, haré todo lo posible para acogerlos en mi casa", añadió.
Por su parte, Elibal declaró que su madre acogió a sus invitados en su casa sin dudarlo.
"Las personas que me acompañaron no tenían dónde ir a Europa... Yo conocía a estas personas y las traje aquí porque no tenían otro lugar donde ir. Los alojaremos en nuestra casa de Adana hasta que termine la guerra", prometió.
Los ucranianos quieren el fin de la guerra
Natalia Preyatko, una de las ucranianas que llegó a Adana con su hija María, dijo que no tuvo más remedio que huir de su país, dejando atrás a su marido y a sus familiares.
Preyatko, de 42 años, expresó su deseo mientras explicaba la grave situación de su país: "Me gustaría que esta situación terminara cuanto antes. Deseo una Ucrania en paz".
Otra ucraniana desplazada, Tatiana Yaromko, declaró que la mayor parte del país fue blanco de ataques, y añadió: "Ellos (las fuerzas rusas) están volando casas, hospitales y salas de parto. Es un ambiente aterrador".
"Muchas gracias a la República de Turkiye", dijo, citando el papel de Ankara en la creación de corredores humanitarios para los refugiados que huyen de los bombardeos rusos y de Ucrania.
"Quiero que esta guerra termine cuanto antes", dijo Nikita Artyukh, de 16 años.
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