Irán posee 3.000 misiles balísticos, algunos de los cuales pueden llegar a Israel, advirtió ayer el jefe del Mando Central estadounidense, Kenneth McKenzie.
McKenzie dijo a los senadores estadounidenses que ninguno de los misiles iraníes podría "llegar a Europa todavía", y añadió que en los "últimos cinco o siete años [Irán] ha invertido mucho en su programa de misiles balísticos."
"Lo vimos en el ataque a la base estadounidense de Ayn Al-Asad, en Irak, en enero de 2020, donde los misiles alcanzaron una precisión de varias decenas de metros", subrayó.
McKenzie añadió que Irán sigue siendo la mayor amenaza para los intereses estadounidenses y la seguridad de Oriente Medio. "Las capacidades balísticas de Irán suponen una amenaza existencial para la seguridad de todos los países de la región, incluidos nuestros socios cercanos", dijo.
El general estadounidense, que hacía su última aparición antes de retirarse, dijo: "Mi preocupación es, en primer lugar, que tengan esa arma nuclear, pero también me preocupa mucho el notable crecimiento en número y eficacia de su fuerza de misiles balísticos, su programa [de vehículos aéreos no tripulados], sus drones de largo alcance y su programa de misiles de crucero de ataque terrestre".
También señaló lo que dijo que eran "los ataques por duplicado de Irán contra Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos a través del apoyo militar a los hutíes en Yemen", elogiando a Israel por "entrar en la esfera de responsabilidad del Mando Central de Estados Unidos."
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