El presidente de Egipto, Abdel Fattah Al-Sisi, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el príncipe heredero de Abu Dhabi y gobernante de facto de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed Bin Zayed, celebraron una cumbre de dos días en el complejo turístico egipcio de Sharm El-Sheikh.
Un comunicado emitido por la oficina de Bennett decía: "los líderes discutieron los lazos entre los tres países en el contexto de los recientes acontecimientos en el mundo y la región, y las formas de fortalecerlos en todos los niveles".
El portavoz de la presidencia egipcia, Bassam Radi, dijo que la reunión incluyó discusiones sobre "energía, estabilidad del mercado y seguridad alimentaria", así como otros asuntos internacionales y regionales.
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Los medios de comunicación israelíes afirmaron que la reunión tripartita tenía como objetivo crear una alianza contra Irán que incluya a Israel, Egipto, Jordania y los Estados del Golfo, liderados por Arabia Saudí, los EAU y Turquía con el apoyo de Estados Unidos.
La agencia de noticias israelí Ynet News afirmó que la reunión fue totalmente orquestada por Israel en secreto y que su objetivo es "cercar a Irán".
La reunión tuvo lugar en el marco de la oposición de Israel y los EAU a retirar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC) de la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos, según el periódico.
El diario israelí Haaretz indicó que durante la reunión, Bennett intentará aliviar las recientes tensiones entre Washington y Abu Dhabi, tras la negativa de este último a aumentar la producción de petróleo para compensar el petróleo ruso y la visita del presidente del régimen sirio Bashar Al-Assad a Dubai la semana pasada, que no fue bien recibida por los estadounidenses.