El Alto Comité de Seguimiento de las Facciones Nacionales Islámicas condenó ayer la "cumbre de normalización" que reunió a los ministros de Asuntos Exteriores de Israel y de los Estados árabes en el Néguev. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, Sameh Shoukry, de Egipto, el jeque Abdullah Bin Zayed, de los EAU, Abdullatif Al-Zayani, de Bahrein, y Nasser Bourita, de Marruecos, estuvieron acompañados en la reunión por el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken.
En una conferencia de prensa celebrada en la Franja de Gaza, las facciones palestinas describieron la cumbre como "la cumbre de la vergüenza en el Néguev ocupado" y una "puñalada en la espalda" del pueblo palestino, que lleva más de siete décadas soportando los "salvajes" ataques israelíes. La "cumbre de la vergüenza", añadieron, fue la "explotación" israelí de los Estados árabes y sus recursos con el pretexto de la protección y la creación de una alianza de seguridad común.
"La verdadera amenaza para el pueblo árabe es la ocupación sionista", insistieron las facciones. La cumbre, dijeron, tenía como objetivo comercializar la formación de una alianza árabe-sionista como una extensión de la OTAN.
Las facciones palestinas concluyeron que los acuerdos de seguridad, militares y económicos entre Israel y los Estados árabes "se derrumbarán debido a la continua insistencia palestina en sus derechos y en su legítima resistencia contra la ocupación israelí."
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