"Lo que está ocurriendo en Ucrania es una repetición de lo que hemos visto en Siria", dijo la secretaria general del organismo de control de los derechos, Agnes Callamard, refiriéndose al Consejo de Seguridad de la ONU como el "consejo de la inseguridad" por no haber actuado sobre Siria, Afganistán y Myanmar.
Rusia respaldó al dictador sirio Bashar Al-Assad en 2015, cuando su poder estaba disminuyendo considerablemente. Un informe de la ONU publicado hace dos años concluyó que Rusia tuvo una participación directa en crímenes de guerra en Siria por el bombardeo indiscriminado de zonas civiles.
Callamard planteó la cuestión de los ataques a infraestructuras civiles, los ataques deliberados a civiles y dijo que Rusia había convertido los corredores humanitarios en trampas mortales.
"Vemos lo mismo aquí, igual que hizo Rusia en Siria", dijo, comparando Mariupol, que está sitiada, con Alepo, que estuvo sitiada durante cuatro años, uno de los asedios más largos de la guerra moderna.
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"El asedio de Mariupol, la negación de la evacuación humanitaria y de la salida humanitaria de la población, y el ataque a los civiles, según la investigación de Amnistía Internacional, equivale a crímenes de guerra", ha dicho Callamard, añadiendo que pronto se publicará un informe en profundidad sobre la ciudad. "Esta es la realidad de Ucrania en estos momentos".
Callamard hablaba en la presentación del informe anual de Amnistía Internacional sobre derechos humanos, en el que el Reino Unido es objeto de críticas especialmente duras, entre ellas su proyecto de ley sobre nacionalidad y fronteras.
Callamard también comparó lo que está ocurriendo en Ucrania con la invasión estadounidense de Irak.
"La crisis en Ucrania ahora mismo, la invasión... no es cualquier tipo de violación del derecho internacional. Es una agresión. Es una violación de la carta de la ONU del tipo que vimos cuando Estados Unidos invadió Irak".
Marie Struthers, directora de Amnistía en Europa del Este, dijo en una reunión informativa en París que los investigadores ucranianos habían observado el uso de las mismas tácticas que se utilizaron en Siria y Chechenia, incluido el uso de armas prohibidas por el derecho internacional.
En ambos países, las bombas rusas han alcanzado infraestructuras civiles, escuelas, guarderías, maternidades y mercados.
Los informes revelan que Rusia ha utilizado municiones de racimo en Ucrania, al igual que en Siria, hiriendo a civiles y dañando hospitales y escuelas.