El gobierno yemení respaldado por Arabia Saudí dijo el viernes que apoyaba un alto el fuego propuesto por las Naciones Unidas que también aliviaría las restricciones marítimas y aéreas impuestas en las zonas controladas por el movimiento hutí para ayudar a aliviar una grave crisis humanitaria, informa Reuters.
El enviado especial de la ONU, Hans Grundberg, ha estado dialogando con las partes enfrentadas en Yemen, donde una coalición liderada por Arabia Saudí lleva siete años luchando contra los hutíes, para alcanzar una tregua a nivel nacional para el mes de ayuno musulmán del Ramadán, que comienza el sábado.
Un funcionario saudí dijo el jueves que Riad había respondido positivamente a la propuesta de la ONU. No estaba inmediatamente claro si los hutíes, alineados con Irán, habían aceptado la tregua, que sería el primer cese coordinado de las hostilidades desde 2016.
El ministro de Asuntos Exteriores del gobierno reconocido internacionalmente dijo que, en respuesta a las "iniciativas regionales e internacionales que piden una tregua", se le había ordenado facilitar los arreglos para la liberación de prisioneros, abrir el aeropuerto de Saná y permitir que los buques de combustible atraquen en el puerto de Hodeidah.
"En implementación de esa directiva, anunciamos inmediatamente la liberación de los dos primeros barcos de combustible a través del puerto de Hodeidah", dijo Ahmed Bin Mubarak en Twitter, diciendo que las directivas habían sido emitidas por el presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi.
Los hutíes expulsaron al gobierno de Hadi de la capital, Saná, a finales de 2014. La coalición liderada por Arabia Saudí intervino meses después en un conflicto considerado en gran medida como una guerra de poder entre Arabia Saudí e Irán.
La guerra ha matado a decenas de miles de personas y ha dejado al 80% de la población dependiendo de la ayuda. La coalición, que controla los mares y el espacio aéreo de Yemen, ha impuesto un bloqueo a las zonas controladas por los hutíes, obstaculizando gravemente el flujo de productos esenciales, incluido el combustible.
Las partes enfrentadas también están discutiendo un intercambio de prisioneros en el que se liberarían cientos de personas de ambos bandos, entre ellas 16 saudíes, tres sudaneses y el hermano de Hadi.
El último gran canje de prisioneros, que implicó a unos 1.000 detenidos, tuvo lugar en 2020, como parte de las medidas de fomento de la confianza acordadas en las últimas conversaciones de paz celebradas en diciembre de 2018.