La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá ha confirmado que el gobierno "rechaza" las conclusiones de los grupos de derechos humanos que califican a Israel de practicar el apartheid contra los palestinos. Mélanie Joly hizo sus comentarios durante un debate de la Comisión de Asuntos Exteriores de Canadá. El debate ha puesto de manifiesto una vez más el reto al que se enfrentan los gobiernos occidentales pro-israelíes al intentar responder al consenso entre los principales grupos internacionales de derechos humanos sobre el apartheid israelí.
Ni un solo gobierno pro-israelí ha sido capaz de dar una explicación convincente para rechazar los detalles de los informes publicados por Amnistía Internacional, Human Rights Watch y B'Tselem que han expuesto el régimen de apartheid del Estado. En general, los funcionarios han esquivado las preguntas sobre los informes, comentando escuetamente que no estaban de acuerdo con las conclusiones, pero sin dar ninguna explicación razonable para oponerse a los mismos grupos de derechos humanos que son citados regularmente y en los que se basa Occidente cuando condenan a otros países distintos de Israel.
"Sé que estará al tanto de un informe que Amnistía Internacional presentó recientemente sobre el estado de la situación en Israel y Palestina", dijo la diputada Heather McPherson al dirigirse a Joly en el debate. "Me pregunto si va a responder oficialmente a ese informe y si va a comentarlo o a reunirse con Amnistía para discutirlo".
Joly respondió diciendo que está muy al tanto del informe. "Obviamente, me voy a reunir con muchas ONG, entre las que se encuentra definitivamente Amnistía Internacional, y mi equipo lo ha hecho. Saben que la posición de nuestro gobierno siempre ha sido que somos amigos y aliados firmes de Israel y amigos del pueblo palestino. Al mismo tiempo, este informe afirma que las acciones de Israel constituyen un apartheid. Rechazamos esa opinión".
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Cuando McPherson le preguntó si la ministra iba a proporcionar una justificación de por qué rechazaba lo que afirma el informe de Amnistía, Joly respondió: "Estoy deseando hablar con Heather y sus colegas sobre esto aún más, y obviamente hablar con las diferentes comunidades implicadas en todo el país". No respondió a la pregunta.
La Casa Blanca respondió de forma similar cuando se le preguntó por el informe. "[Nosotros] rechazamos la opinión de que las acciones de Israel constituyen un apartheid", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. En lugar de explicar por qué EE.UU. rechazó el informe, Price sugirió que la preservación de un Estado judío autodeclarado era una prioridad mayor que superaba todas las demás consideraciones, incluyendo, debemos suponer, cualquier crimen que se esté llevando a cabo para mantener ese Estado.
"Creemos que es importante, como único Estado judío del mundo, que no se le niegue al pueblo judío su derecho a la autodeterminación, y debemos asegurarnos de que no se aplique un doble rasero", dijo Price al defender básicamente por defecto el derecho de Israel a preservar un sistema de dominación y control racista sobre su población no judía.
El apartheid es un crimen según el derecho internacional similar a un crimen contra la humanidad.
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