El gobernador del Banco Central del Líbano, Riad Salameh, negó el lunes que el banco esté en bancarrota y dijo que, a pesar de la magnitud de las pérdidas en el sector financiero, el Banco Central sigue actuando en los mercados tal y como establece la ley, informó la Agencia de Noticias Anadolu.
Las declaraciones de Salameh se produjeron en un comunicado emitido por el Banco Central en una aparente respuesta al viceprimer ministro, Saadeh Al-Shami, quien dijo anteriormente el domingo que tanto el Estado como el Banco Central han quebrado.
"El Estado ha quebrado, al igual que el Banco del Líbano, y la pérdida se ha producido, y trataremos de reducir las pérdidas para el pueblo", declaró Al-Shami al canal local de televisión Al-Jadeed.
Al-Shami dijo que las pérdidas se distribuirán entre el Estado, la Banque du Liban, los bancos y los depositantes.
"No hay conflicto de opiniones sobre la distribución de las pérdidas", añadió.
Sin embargo, el Banco Central dijo en su declaración del lunes que el Banco sigue ejerciendo su función a pesar de las pérdidas que afligen al sector financiero en el Líbano, que están siendo tratadas como parte del plan de recuperación preparado por el gobierno libanés en cooperación con el Fondo Monetario Internacional.
Desde hace dos años y medio, Líbano atraviesa la peor crisis económica de su historia, que ha provocado un colapso financiero, así como grandes pérdidas materiales en el sistema bancario, estimadas por el gobierno en unos 69.000 millones de dólares.
En una entrevista anterior con la Agencia de Noticias Anadolu, el ministro de Economía libanés, Amin Salam, dijo que Líbano busca pedir un préstamo de 3 a 4 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, como primera etapa.