Una semana después de iniciado el mes sagrado musulmán del Ramadán, en un lugar conflictivo de Jerusalén se están produciendo enfrentamientos nocturnos entre palestinos y policías israelíes que han suscitado la preocupación de que se repita la violencia que estalló el año pasado, informa Reuters.
La plaza de estilo anfiteatro situada frente a la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja es un lugar popular para que los palestinos se reúnan después de romper su ayuno festivo diario. Los vendedores llevan a la plaza carros con bocadillos y zumos. Los jóvenes palestinos hacen a veces acrobacias entre los vítores de la multitud.
Pero las tensiones vuelven a ser altas en la ciudad sagrada para cristianos, judíos y musulmanes. Israel ha desplegado fuerzas de seguridad adicionales en la zona tras una serie de ataques árabes mortales en Israel y al coincidir las festividades de cada religión: Semana Santa, Pascua y Ramadán.
Los palestinos dicen que la fuerte presencia de la policía, muchos de ellos con equipo antidisturbios, empeora las cosas. Hace un año, los enfrentamientos nocturnos entre palestinos y policías llegaron a ser tan intensos que contribuyeron a desencadenar una guerra entre Israel y Gaza.
"Queremos que el mes de Ramadán transcurra en paz y que la gente se sienta segura y protegida", dijo la activista palestina Ahed Al-Risheq. Pero Israel, dijo, busca avivar las tensiones. "Es evidente en el comportamiento de sus fuerzas y su policía".
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La policía israelí afirma que, mientras la mayoría de los presentes intentan celebrarlo, cada noche un pequeño grupo de jóvenes que vienen de fuera de la ciudad lanzan piedras a los agentes. Han detenido a 36 personas en los alrededores de la Puerta de Damasco desde el comienzo del Ramadán, el 2 de abril, según un portavoz de la policía.
Los palestinos quieren que Jerusalén Este, que incluye la Ciudad Vieja amurallada y fue tomada por Israel en la guerra de Oriente Medio de 1967, sea la capital de un futuro Estado. Israel reclama todo Jerusalén como su capital indivisible.
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