Arabia Saudí, Kuwait y Yemen anunciaron ayer el regreso de sus embajadores a Líbano, en una señal de mejora de los vínculos, que tocaron fondo el año pasado cuando el reino y otros países del Golfo retiraron a sus enviados, informa Reuters.
Arabia Saudí y otros países ricos del Golfo fueron en su día importantes donantes para el Líbano, pero las relaciones se han tensado durante años por la creciente influencia del movimiento Hezbolá, respaldado por Irán.
El Ministerio de Asuntos Exteriores saudí dijo que su embajador regresó en respuesta a los llamamientos de las fuerzas políticas libanesas "moderadas" y tras las declaraciones del primer ministro Najib Mikati sobre el "fin de todas las actividades políticas, militares y de seguridad" que afectan a Arabia Saudí y a otros países del Golfo.
La declaración saudí en la agencia estatal de noticias SPA subrayaba la importancia de que Líbano "vuelva a su profundidad árabe".
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Kuwait emitió una declaración similar. La oficina de Mikati dijo que el enviado de Kuwait regresaría antes del fin de semana.
Mikati, en un mensaje de Twitter en el que celebraba la medida, dijo que Líbano estaba "orgulloso de su filiación árabe y mantiene las mejores relaciones con los Estados del Golfo", describiéndolos como pilares de apoyo.
Las desavenencias del Golfo se han sumado a las dificultades a las que se enfrenta Líbano en su lucha contra una crisis financiera que el Banco Mundial ha descrito como una de las depresiones más agudas jamás registradas.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo ayer que había llegado a un proyecto de acuerdo de financiación con el Líbano, pero que Beirut tenía que promulgar primero una serie de reformas económicas antes de que su consejo decidiera si aprobaba el acuerdo. Leer la noticia completa
Más tarde, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Yemen anunció el regreso de su enviado a Líbano.
"La medida responde a la promesa de Beirut de poner fin a las actividades y prácticas ofensivas para los países árabes", declaró el ministerio yemení en un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias del país.
El pasado mes de octubre, las relaciones entre ambos países alcanzaron un nuevo nivel después de que un ex ministro de Información libanés criticara a la coalición militar liderada por Arabia Saudí que lucha en Yemen, un conflicto que se considera una guerra de poder entre Arabia Saudí e Irán. El ministro se disculpó y se vio obligado a dimitir en un esfuerzo por mejorar los vínculos.
Hezbolá apoya a Teherán en su lucha regional por la influencia con los Estados árabes del Golfo aliados de Estados Unidos, que dicen que el grupo ha ayudado al movimiento hutí de Yemen, alineado con Irán.
Hezbolá cuenta con una milicia más poderosa que el ejército libanés y ha respaldado a aliados proiraníes en la región, incluso en Siria. El grupo y sus aliados también ejercen una gran influencia en la política estatal libanesa.