El secretario general del Movimiento de la Yihad Islámica, el comandante Ziyad Al-Nakhala, afirmó ayer que no se permitirá "a cualquier precio" que la ocupación israelí señale la ciudad de Yenín en Cisjordania.
"Los israelíes deben entender que no tenemos las manos atadas para interferir en el apoyo a nuestro pueblo en Cisjordania y Jerusalén. Las capacidades de la resistencia son limitadas, pero tienen un gran impacto en el Estado de ocupación", dijo.
En una entrevista televisada en Al-Manar TV, Al-Nakhala dijo que las operaciones de resistencia que tienen lugar en los territorios palestinos no son una reacción a las prácticas de la ocupación, sino que son el deber de todo palestino.
"El palestino tiene varias opciones en el camino de la resistencia y puede hacer muchas cosas, y las operaciones de martirio son la mejor prueba, señalando que la decisión de Gaza de responder a los crímenes de la ocupación queda en manos de las fuerzas de la resistencia", subrayando que la resistencia no fallará al pueblo de Yenín, Jerusalén y toda Palestina.
"Nos acercamos a una batalla en el mes de Ramadán, y somos fuertes con nuestra fe, nuestros muyahidines y nuestra creencia de que la ocupación, a pesar de su fuerza, sigue siendo débil frente a la voluntad palestina", señaló.
Afirmó que existe una escalada israelí para dañar la mezquita de Al-Aqsa y Jerusalén durante el Ramadán, lo que aumenta el estado de tensión.
"Nos ha quedado claro", añadió, "que los países árabes que buscaban la normalización abandonaron definitivamente a Palestina y nos asedian y persiguen", subrayando que los países árabes que se reunieron en el Néguev "no están con nosotros y no creen en nuestro derecho a Palestina".
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