El movimiento tunecino Ennahda acogió el jueves la iniciativa de Ahmed Najib Chebbi, jefe del comité político del partido Al-Amal, de formar un amplio frente político para contrarrestar el "golpe de Estado".
Esto se produjo en una declaración emitida por Ennahda y firmada por su presidente, Rachid Ghannouchi.
El comunicado dice que "el movimiento Ennahda saluda la iniciativa del patriota Ahmed Najib Chebbi, que pide la formación de un amplio frente político que apoye todos los planteamientos, unifique los esfuerzos para contrarrestar el golpe y ofrezca alternativas y soluciones para salvar al país de sus múltiples crisis".
El domingo pasado, Chebbi pronunció un discurso durante una manifestación en la capital, Túnez, en el que pidió la formación de un "frente de salvación nacional" y la convocatoria de una conferencia nacional inclusiva.
En cuanto a las acusaciones de Saied sobre la traición de sus oponentes, la colusión con entidades extranjeras y las violaciones de la soberanía nacional, Ennahda afirmó "su lealtad a la soberanía del país y su pleno respeto a todas sus políticas".
Al comentar la crisis económica y social del país, Ennahda responsabilizó al presidente Saied y a su gobierno "por su fracaso e incapacidad para gestionar el país y por sobrecargar a los ciudadanos con impuestos".
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Además, Ennahda responsabilizó a Saied de "la incapacidad de controlar las fuertes subidas de precios y la considerable escasez de varios alimentos básicos, especialmente durante el mes sagrado del Ramadán, así como la escasez de varios medicamentos".
La economía tunecina se enfrenta a su peor crisis desde la independencia del país en 1956. Es el resultado de la inestabilidad política que siguió a la revolución de 2011 que derrocó al ex presidente Zine El Abidine Ben Ali. Se teme que las secuelas de la pandemia del virus Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania agraven también la gravedad de la crisis actual.
En este mismo contexto, Ennahda pidió a Saied que dejara de explotar el Ministerio del Interior para atacar a sus opositores políticos.
Desde el 25 de julio de 2021, Túnez está sumido en una crisis política después de que Saied iniciara la imposición de medidas excepcionales que incluyen: la disolución del parlamento y del Consejo Judicial Supremo, la declaración de la legislación mediante decretos presidenciales y la programación de elecciones parlamentarias anticipadas para diciembre de 2022.
Las principales fuerzas políticas de Túnez han considerado estas medidas como un "golpe de Estado contra la Constitución", mientras que otros las ven como una "corrección del rumbo de la revolución de 2011." Saied sostiene que sus medidas se han tomado de acuerdo con la Constitución para proteger al Estado de un peligro inminente.
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