Según la Red Siria de Derechos Humanos (SNHR, por sus siglas en inglés), el régimen sirio de Bashar al-Assad ha reconocido la muerte de al menos 1.056 sirios que fueron desaparecidos forzosamente por los servicios de seguridad a lo largo de los años.
En un informe de 14 páginas publicado por el grupo de derechos, se afirma que el régimen dio pruebas involuntariamente de su práctica de las desapariciones forzadas y de las muertes de las personas retenidas bajo su custodia a través de sus departamentos de Registro Civil, manipulando los datos de los detenidos.
Aportando imágenes y copias de los certificados de defunción y registros de algunos de los fallecidos tras ser desaparecidos forzosamente, el informe destaca que desde principios de 2018, varios funcionarios de instituciones estatales sirias -como los ministerios de Interior y Justicia- habían registrado las muertes de los previamente desaparecidos forzosamente en sus centros de detención.
En concreto, revela que desde principios de 2018 hasta abril de 2022, los funcionarios del régimen registraron en las oficinas del Registro Civil la muerte de al menos 1.056 personas detenidas, entre ellas dos mujeres y nueve niños. Las causas de sus muertes, por supuesto, no se aclararon, lo que lleva a la SNHR a creer que -como suele ser el caso- los detenidos fueron torturados hasta la muerte.
Entre esas muertes registradas figuran, al parecer, nombres que la SNHR registró como desaparecidos forzosos a lo largo de los años, negándose el régimen a reconocer su detención.
Un ejemplo clave de ese fenómeno es el que presenta el informe desde principios de febrero de este año hasta el presente mes de abril, en el que los departamentos del Registro Civil admitieron la muerte de al menos 54 personas del pueblo sureño de Deir al Asafeer. Todo ello a pesar de que el régimen negó previamente cualquier información sobre ellos.
En los procesos de cruce de datos, el SNHR reveló que 36 de esas personas estaban registradas previamente en la base de datos de individuos desaparecidos forzosamente del SNHR, mientras que solo 18 de ellos eran casos nuevos.
Estas prácticas, subraya el informe, suponen el reconocimiento por parte del régimen de que ha estado llevando a cabo desapariciones forzosas de la población siria durante todos los años en que ha negado que lo hiciera.
El director del SNHR, Fadel Abdul Ghany, declaró que "Aunque el régimen sirio siempre ha negado que haya hecho desaparecer por la fuerza a miles de sirios, los incidentes del Registro Civil revelan que decenas de estas personas han muerto, y el régimen sirio no ha informado a sus familias, ni ha entregado sus cuerpos, aunque hayan pasado años desde su muerte."
Añadió que "apenas hay un régimen en todo el mundo similar al régimen de Assad en su trato bárbaro con el pueblo, salvo Corea del Norte. La comunidad internacional debe ayudar a los 86.792 ciudadanos sirios desaparecidos forzosamente, pues cada retraso significa más muertes en el pueblo sirio."
El informe afirma que pide a la ONU y a su Consejo de Seguridad que celebren una reunión de emergencia para determinar la situación de unas 86.000 personas que siguen desaparecidas forzosamente y detenidas. Insta a la ONU y al Consejo "a tomar medidas en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas para proteger a los detenidos de una muerte segura dentro de los centros de detención, a encontrar un mecanismo para obligar al régimen sirio a poner fin a la tortura y a las desapariciones forzadas, y a adoptar todos los procedimientos necesarios para impedir que el régimen sirio persiga y manipule a los vivos y a los muertos".