El Secretario General de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), Hissein Brahim Taha, condenó enérgicamente el viernes el ataque de las fuerzas de ocupación israelíes a la mezquita de Al-Aqsa en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
En un comunicado, la OCI anunció: "Al menos 152 fieles resultaron heridos en la agresión israelí y cientos fueron detenidos".
La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina comunicó el sábado que sus paramédicos atendieron el viernes a 344 palestinos heridos en la Jerusalén ocupada y Cisjordania.
La OCI describió la agresión como: "Una peligrosa escalada, un ataque contra toda la nación islámica y una flagrante violación de las resoluciones y cartas internacionales".
Mientras tanto, culpó a la ocupación israelí de: "Las repercusiones de tales crímenes y ofensas diarias contra el pueblo palestino y sus territorios".
La OCI pidió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que asumiera: "Su responsabilidad de proteger al pueblo palestino, así como los lugares sagrados, así como prevenir futuros ataques israelíes que alimentan el extremismo, las divisiones religiosas y la inestabilidad en la región".