El lunes se desató una guerra de palabras entre el primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el líder de la oposición, Benjamin Netanyahu, tras el lanzamiento de un misil hacia el Estado de ocupación desde Gaza.
"Debemos establecer inmediatamente un gobierno fuerte y de derechas que restablezca la paz y la seguridad para los ciudadanos de Israel", tuiteó Netanyahu.
"Señor Netanyahu", replicó Bennett, "bajo su mandato, los terroristas [sic] lanzaron 13.000 cohetes hacia los residentes del sur de Israel, llevaron a cabo 1.500 ataques terroristas [sic], quemaron 45.000 dunams de nuestras tierras, mataron a 238 israelíes e hirieron a otros 1.700".
Después de todo esto, el primer ministro añadió: "¿Qué hicisteis? Transferisteis maletas llenas de dólares a Hamás".
El legado de Netanyahu, afirmó Bennet, fue: "Cohetes de Hamás apuntando a Jerusalén, linchamientos en Acre y Lod. Israel en llamas. Habéis fracasado contra Hamás. Estamos arreglando la situación".En respuesta a la declaración de Bennett, el partido Likud de Netanyahu dijo: "Bennett, la tranquilidad que ha tenido en el sur de Israel es el resultado de la Operación Guardián de los Muros que dirigió el primer ministro Netanyahu, y usted ha conseguido arruinarla también".
El partido de extrema derecha añadió que Bennett parece haber pasado por alto el hecho de que fue ministro de Defensa "bajo la mirada de Netanyahu" y miembro del gabinete. "El tiempo de su débil gobierno ha terminado, empiece a hacer las maletas".
Según el Times of Israel, el líder del Sionismo Religioso de extrema derecha, Betzalel Smotrich, envió el lunes una solicitud al presidente de la Knesset, Mickey Levy, para que se celebre una sesión parlamentaria especial la próxima semana para votar la disolución del parlamento y la celebración de otras elecciones generales.
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